PPK: ¿ES O NO ES?

(Piura, 20 febrero 2018)

Luis Gulman Checa

La edición de “Perú.21” del día de ayer crucificó a PPK calificándolo como un vulgar ratero, m/m de la calaña de, ese sí demostrado,  Alejandro Toledo.

La portada del hijo putativo de “El Comercio” (que tiene a uno de los suyos en cana), apareció con una fotografía de PPK en evidente gesto de contrición y arrepentimiento y el siguiente titular:

SU PASADO LO CONDENA

Publicó un listado de pruebas inapelables, según el diario, demostrativas   que nuestro presidente es un vulgar truhán  que hizo su inmensa fortuna rapiñando y robándole al erario abusando de la denominada puerta giratoria, eufemismo utilizado para referirse a personajes que viven con un pie en el sector público y el otro en el privado.

Son tan abrumadoras las “pruebas” de la felonía congénita de PPK que su empresa Westfield, en sociedad con un chileno, habría recibido dos exorbitantes pagos de la mafiosa, criminal y corrupta constructora brasileña Odebrecht para romperle la mano, por US $ 20,000.00 el 25 de mayo del 2005 y otro por US $ 10,000.00 el 29 de septiembre del mismo año.

Sin duda, semejantes coimas le permitieron adquirir el rancho que posee en los Estados Unidos de Norteamérica además de sus costosísimos inmuebles en la soñada ciudad de Miami, Florida.

Sin embargo la peor imputación y prueba palmaria de su colusión con la  incalificable Odebrecht, es que su representante en el país, el malhadado, mafioso y corruptor a la fuerza, Jorge Simoes Barata, tuvo la desvergüenza de hacerla pública al visitarlo ni más ni menos que en tres oportunidades en su despacho de la Presidencia del Consejo de Ministros los días 30 de noviembre y 05 y 13 de diciembre del año 2005. ¡Qué horror!

El primer destello de la ráfaga de imputaciones señala que el 09 de febrero del 2005 el gobierno aprobó un Decreto Supremo exonerando del SNIP a la IIRSA Sur, lo que debería hacernos reflexionar (me refiero a  los piuranos) por cuanto,  el 2009, el gobierno de AGP, en el que PPK no tuvo nada que ver, hizo exactamente lo mismo con el proyecto Alto Piura, el cual, si bien no fue adjudicado a Odebrecht, si cayó ¿en las garras? de otra  auto inculpada contratista brasileña: Camargo Correa.

Digresión:

La Mafiosa Concesión de Olmos, en la que PPK no participó, también fue exonerada de la aprobación del SNIP.
¿El suscrito pondría las manos al fuego por PPK tan igual como, por ejemplo, “Perro de Chacra” lo hizo por AGP?  ¡Ni de a vainas!

Sin embargo, está más claro que el agua que se ha desatado un acoso implacable contra PPK empujado, para quien tenga ojos para mirar y mente para pensar, por los esbirros de los personajes que deben estar rogando a Dios para que Barata no los mencione en los próximos días, cuando los peruanos de bien confiamos lo diga todo y de todos.

Para terminar, señalare una flagrante media verdad (mil veces peor que una mentira) aparecida en la secuencia de pruebas de la felonía de PPK mencionadas por el referido diario:

El 19 de mayo del 2005, PPK firmó préstamo por US $ 77 millones con la CAF para financiar Trasvase Olmos.

Sí pues, así fue. Sin embargo, ello fue consecuencia de la Mafiosa Concesión de Olmos, en cuya gestión no participó PPK, pero establecía, tajantemente, que el concesionario no movería un dedo mientras el Estado no le pusiera en la mesa US $ 77 millones.

Pregunto por enésima vez:

¿De dónde diablos obtuvo Yehude Simon -  a la sazón, presidente regional de Lambayeque y participante de la mafiosa concesión - los recursos para armar/organizar su partido político?


Estimado lector, hacia qué lado se inclina vuestra balanza:

¿PPK es tan ratero como otros debidamente comprobados por cuanto llegaron pobres de solemnidad y ahora son más ricos que Midas o, por lo contrario, es un anciano m/m chiflado que postuló con el sano propósito de hacer  algo positivo por el país que lo impulsó a ser lo que llegó a ser?