UN ATROPELLO MÁS AL HONOR

(Piura, 08 febrero 2018)

Luis Gulman Checa

En la edición de “Correo” del pasado día martes, apareció un artículo de Ronnie Jurado titulado “El caso César Cataño”,  resaltando que el pasado 12 de febrero el Juzgado Penal Colegiado de Tacna lo absolvió por unanimidad de los cargos de lavado de activos y narcotráfico.

¿Por qué fue imputado C.C. de semejantes cargos? Como lo dice el artículo, por la presión del poder mediático, aventurado que al articulista le faltó mayor precisión por cuanto, apostaría mi cabeza, debió decir “EL Comercio”.

Pero, ¿qué callo pisó CC para que el diario le saltara a la yugular?  El de la aerolínea chilena LAN, cuyo hombre fuerte en el Perú, cuyo nombre obviaré por higiene mental, es director de dicho medio. Así, cuando el falsa y delincuencialmente imputado, quien había acumulado una inmensa fortuna personal limpia y legítimamente a través de la masiva importación de vehículos usados del Japón que llegaron al país por Tacna, perpetró el gravísimo error de crear una línea aérea, PERUVIAN - que a Dios gracias no solo sigue gozando de buena salud sino mejorando cada día más -, los chilenos, como años atrás habían despedazado al imprudente propietario de Aerocontinente, Fernando Zevallos, quien osó enfrentarlos en su propia tierra teniendo, él sí, rabo de paja, utilizaron al ¿peruano? a su servicio para destruirlo y continuar haciendo y deshaciendo en el mercado nacional, en el que, no lo olvidemos, los inversores peruanos están en desventaja según el conocido aserto:

No hay peor enemigo de un peruano que otro peruano.

Como la memoria suele ser frágil, recordemos que una de las elecciones presidenciales perdida por Lourdes Flores se debió a que la acusaron de ser  abogada de narcotraficantes, habida cuenta era defensora del ahora declarado impoluto.

Digresión:

Su otra derrota fue por el calificativo de candidata de los ricos, por la tremenda burrada de haber llevado a Arturo Woodman, hombre del grupo Romero, como primer vicepresidente. Sin embargo, ello no fue óbice para que el candidato que la enterró con dicho calificativo, en el curso de su gobierno anduviera con AW de arriba para abajo.

Y ahora, ¿quién correrá con los gastos para resarcir a CC por los tremendos daños/perjuicios sufridos a raíz de tan dolosa imputación? ¿LAN? ¿El Comercio? ¿El innombrable peruano “Felipillo” de los chilenos?



Reflexión final:

Quién sería, moral y éticamente más rastrero, ¿las constructoras que se vieron obligadas a meter dinero en sucios y pestilentes bolsillos ante  exigencias de peruanos rateros o, quien inventó semejante infamia para continuar lucrando, explotando y estafando?