EDWIN DONAYRE: AFRENTA PARA EL PERÚ

(Piura, 04 diciembre 2018)

Luis Gulman Checa

Por partida doble. Por cuanto, el mero hecho que sea congresista demuestra la existencia de “partidos  políticos”, si así pudiera llamárseles, que no tienen reparo en incluir en sus listas a personas impresentables y, ratificando lo afirmado, por continuar libre y campante - amparado en la inmunidad que le confiere su condición y  solo puede ser levantada por sus ¿compinches? - cuando hace buen tiempo debería estar cumpliendo la pena de carcelería que le impuso el Poder Judicial por hechos que,  por respeto a nuestros héroes y a las personas probas que vistieron y visten uniforme, omitiré precisar.

Reitero un reclamo planteado en más de una oportunidad:

¿Qué objeto tiene y/o que gana el Perú con la tarea que vienen realizando el Ministerio Público y la PNP, desratizando el país capturando y apresando  delincuentes camuflados en diversas entidades si, paralelamente, desde las alturas, como es el Congreso, el Primer Poder del Estado, nos lanzan el mensaje que el delito debe  apañarse y protegerse?

Lo peor es que nuestra “clase dirigente” no es capaz, siquiera, de informarse y replicar las acciones dignas y rescatables adoptadas por autoridades de países vecinos, los que, paradójicamente, son mirados por algunos “líderes de opinión” por encima del hombro, como, por ejemplo, el Ecuador:

Lenín Moreno retira de funciones a vicepresidenta.

Funcionaria habría recibido depósitos ilegales para su partido en su cuenta corriente.

Ratificando que allá el señor presidente no se casa con nadie, recordemos que doña María Alejandra Vicuña, la cesada, había llegado al cargo porque su antecesor, elegido conjuntamente con el presidente, Jorge Glas,  purga prisión preventiva (por lo que dejó el cargo) por supuestos sobornos recibidos de la constructora Odebrecht.

Si usáramos el mismo rasero que en el Ecuador, ¿cuántos en nuestro país serían los que, en vez de continuar pasando piola, estarían en la calle o encarcelados?

Mientras desde las alturas no se reciba el mensaje, claro e inequívoco, de que las inconductas y la corrupción, empezando por la de saco y corbata,  serán perseguidas, azotadas y condenadas hasta su erradicación; será imposible alcanzar una vida digna y civilizada representada por el respeto a las normas de parte de la ciudadanía,.