EL APRA ESTÁ DE DUELO

(Piura, 03 diciembre 2018)

Luis Gulman Checa

Han transcurrido 39 años y meses desde que el partido aprista sufrió la muerte de Haya de la Torre, sumiéndose no solo en  duelo profundo por tan irreparable pérdida sino también por cuanto, humano al fin,  no se  preocupó de orientar a la dirigencia de qué hacer o qué camino tomar cuando él dejara este valle de lágrimas. Tal descuido, como sabemos, origino el vergonzoso, feo e irracional espectáculo ofrecido por dos dirigentes disputándose la sucesión.

Fatalmente, al salir triunfante aquel que, de haberse mirado al espejo y/o a su entorno familiar hubiera comprendido que él no era el indicado; propició el regreso de FBT a la presidencia quien, con más años encima, continuó volando en nubes cada vez más altas y alejadas del suelo, propiciando el afianzamiento del tenebroso Sendero Luminoso.

Como bien se dice que Satanás o el Maligno se  camufla entre los hombres bajo diferentes disfraces para causar  destrucción y caos; así también apareció en el Apra un joven dotado de una labia fenomenal capaz de encantar a cuantos lo oyeron perorar frases que, figurativamente, dejaban como ruidos insufribles arpegios y melodías compuestas por Bach, Haendel y otros.

Como sabemos por todo lo que nos hizo sufrir, este joven no solo fue elegido abrumadoramente presidente de la República, sino el Apra  obtuvo la mayoría en ambas Cámaras (ojalá sean restituidas el próximo domingo), razón por la que, inocentemente, como quedaría demostrado posteriormente,  el Perú se vio inundado por una ola inmensa de optimismo y fe en el futuro.

Una primera prueba de las dotes del joven mandatario quedó en evidencia el mismo día que juró el cargo en la sede del Congreso de la República, pues, sin existir aún un Consejo de Ministros y cual mago sacando conejos de un sombrero, les dejó a los parlamentarios incontables proyectos de ley rimbombantes y novedosos que, una vez aprobados en ambas Cámaras, enrumbarían al Perú por la senda indetenible del progreso y desarrollo.

Hasta ahora he rememorado los hechos más antiguos en atención al aserto que indica recordar el pasado para planificar el futuro, por cuanto, la historia moderna y actual escrita por este jovencito que fue, la gran mayoría de peruanos la conocemos de memoria porque la hemos sufrido.
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El día de hoy, luego de décadas del fallecimiento de Haya de la Torre, el partido vuelve a estar envuelto en un duelo profundo aunque no haya un finado a la vista, sino, mil veces más doloroso, hay un muerto en vida para quien, siendo creyentes, rogamos a Dios perdonar y reconfortar hasta que le llegue el día de entregar su alma.