ABULIA  MUNICIPAL

(Piura, 31 mayo 2019)

Luis Gulman Checa

Llama la atención la total falta de iniciativa de la MPP referida a su deber de darle mantenimiento a la ciudad - tan igual como los ciudadanos cuidan sus propiedades -, como lo prueba la permanencia de callejones peligrosos y calles constreñidas por la dejadez municipal.

Ejemplo notable de lo afirmado lo tenemos en la quinta cuadra de la calle Lima cuya acera derecha, aguas abajo según el sentido del tránsito, desde meses atrás quedó habilitada para ampliarla debido a estar compuesta únicamente por terrenos baldíos cercados respetando el retiro definitivo.

¿Qué otra explicación, que no sea abulia/incapacidad absoluta, podría explicar tremenda omisión? Agravando la situación, la autoridad municipal dispuso pintar de amarillo la acera del frente (al lado de la iglesia San Francisco), indicativo que ningún vehículo puede estacionarse. Sin embargo, los conductores no solo se zurran en la disposición sino que muchos lo hacen dejando la cola del vehículo obstruyendo el paso por el jirón Callao. ¿Grúas, fiscalización, control, multas? Nada de nada.

Igual o peor es el pecado de no haber ampliado la segunda cuadra del jirón Callao habiendo transcurrido más de un año que ello quedó habilitado por el cercado del mismo terreno dejando el retiro correspondiente.

El mismo mal se aprecia en las tres primeras cuadras del jirón Moquegua donde está más claro que el agua la necesidad de ampliarlas, previas debidas expropiaciones de vetustos inmuebles. En el caso de la tercera será necesario practicar un corte lateral a la casa que fue de don Alberto Temple, mientras  las otras dos requieren cortes parciales.

Sin duda, tan igual como los casos expuestos hay muchos más en el centro urbano de Piura, por lo que los responsables de conducir la municipalidad deberían ponerse manos a la obra y empezar, poco a poco, priorizando según crean conveniente, tan necesarias tareas.

Para concluir, es lamentable que, transcurridos cinco meses de instalada  la actual administración municipal, no se aprecie ni una sola acción/medida encaminada al logro del objetivo anunciado en la campaña electoral de convertir a Piura en una ciudad bonita.

La única novedad está constituida por la presencia de miembros de la PNP en varias esquinas del centro urbano, lo que debería haber contribuido a adecentar el tránsito vehicular como, por ejemplo, erradicando escapes libres y tronaduras de  bocinas, lo que  no ha ocurrido por cuanto, los citados agentes, imitando a la mujer de Lot, se asemejan a estatúas  de carne y hueso.