LECHE DERRAMADA
(Piura, 01 julio 2019)
Luis Gulman Checa
El proceso de extradición de Alejandro Toledo
desde los Estados Unidos - que a muchos politiqueros les sirve de pretexto para
agraviar/insultar a los supuestos responsables de la demora en concretarla - se
compara al derrame de la leche de una jarra: ni Mandrake podría retornarla al
envase y, en el caso presente, los errores perpetrados, son insubsanables.
El real baldón para el país consistió en que
no solo no fue encarcelado apenas salió a la luz el caso Ecoteva, sino que, con
tremendo rabo de paja, nuevamente postuló a la presidencia
de la República. Lo único que faltó para ganarnos la medalla de oro a la
suprema estupidez, fue que lo reeligiéramos.
Como peruano, siento vergüenza al leer
informaciones dando cuenta de los andares de ATM en los Estados Unidos, lo que
equivale a berrinches propios de llorones, por cuanto, a la luz de todo lo que
los funcionarios de Odebrecht tuvieron la gentileza de hacernos conocer, la
tarea prioritaria debiera ser ubicar y recuperar los fondos mal habidos que tiene
en su poder.
Ahora, si los tiempos y las leyes fueran
diferentes, de modo que repatriándolo pudiéramos caparlo sin anestesia
dejándolo desangrarse, ahí sí sería entendible el apuro por tenerlo a nuestra
disposición. Sin embargo, como tal posibilidad devino en inexistente, ¿qué
ganamos teniéndolo acá salvo gastos extraordinarios y problemas subsidiarios,
tan igual como sucedió con AFF quien, para nuestra desgracia, retornó del
Japón, previa escala en Chile?
La última noticia - desperdiciando tiempo y
espacio tal y como si en el país no tuviéramos cientos de
problemas/circunstancias realmente urgentes - es que fue visto, en unión de su
esposa, en un exclusivo hotel de Estados Unidos.
Exclusivo, según el DRAE: “único entre otros
o que pertenece únicamente a algo o alguien”. Así, salta a la luz el torpe y
huachafo empeño de perseguir a ATM por los Estados Unidos, quien no tiene
ningún impedimento legal para circular por el país pudiendo alojarse en hoteles comunes y corrientes que
de exclusivos no tienen nada y que, como el mencionado, ni siquiera era de
cinco estrellas.
Finalmente, recordemos que ATM no irrumpió en
la presidencia de la República en forma similar a la empleada por una gavilla
de forajidos para capturar un Banco llevándose el dinero, oro y bienes en
custodia que guardara, pues, reconozcámoslo, llegó ahí porque la mayoría de
electores peruanos, habiéndolo visto, oído y conocido su recorrido, aun así lo
elegimos.
¿A llorar al muro por
babosos?