¡QUÉ BRUTOS!
(Piura, 26 julio 2019)
Luis Gulman Checa
Los funcionarios de
la municipalidad provincial de Piura responsables de disponer el pintado de los
pasos peatonales a partir de la 08.00 am.
¿Cuán torpe se requiere ser para no entender/comprender/percibir
que, tarea tan simple y banal, debe realizarse cuando la población descansa,
es decir, entre las 00.00 horas y las 03.00 am?
La verdad, me sentí invadido por un profundo sentimiento
de vergüenza ajena caminando por la Plaza de Armas y hallar barreras impidiendo
el tránsito vehicular por cuanto las rayas en el piso estaban recién pintadas, agravando así, innecesariamente, el ya caótico
tránsito ante el desmadre generado por la absoluta falta de control y/o dación
de normas ad hoc para tornarlo
decente y civilizado; además, por supuesto, de la total falta de fiscalización
como lo demuestran dos simples ejemplos, para no aburrir consignando docenas:
·
La
gran cantidad de vehículos estacionados al lado de veredas pintadas de
refulgente amarillo, y,
·
Las
decenas de lavadores de automóviles ejecutando sus labores en diversas calles
del centro de la ciudad, violando norma expresa.
¡Cuidado! Estas líneas no deben mal
interpretarse entendiéndolas como un vulgar insulto a los aludidos al no ser
tal la intención. El objetivo es
hacerlos recapacitar y abrir los ojos respecto a la razón
por la que integran la planilla municipal, no siendo otra que servir a la
población haciendo su vida segura, grata, cómoda y placentera, así, entre sus
principales deberes/responsabilidades, están los siguientes:
·
Conservar
impecable la superficie de las aceras,
de modo que los peatones no arriesguen
vida y salud al transitar por
ellas.
·
Preocuparse,
educando y/o sancionando a quienes lo requieran hasta que sea necesario, para
que los ambientes públicos permanezcan libres de basura, lo cual, además, calza
como anillo al dedo al eslogan de campaña de su jefe y líder: PIURA BONITA.
·
Desterrar/eliminar
la ¿maldita? Contaminación Acústica, causante de grandes daños a la calidad de
vida y originada por personas que, cariñosamente, pueden calificarse de animalitos.
Así, entones, como a éstos, las mascotas, se les educa reprendiéndolos
suave y cariñosamente hasta que aprenden a comportarse, a los salvajes que
hacen tronar las bocinas hay que
aplicarles las multas (papeletas) establecidas por ley hasta erradicar ruidos irracionales.