RIDÍCULO MONUMENTAL

(Piura, 15 julio 2019)

Luis Gulman Checa

No hay duda que el nuestro es el país de las “maravillas”, en tanto y en cuanto suceden hechos inimaginables. Un ejemplo de ello aparece en la edición de “Perú.21” de la fecha:

Excalde de Chiclayo habría estafado a 10 empresarios.

Les habría cobrado coimas para adjudicarles obras, pero finalmente no fueron beneficiados.

Me pregunto si es dable calificar como estafado a un pícaro y redomado sinvergüenza dispuesto a pagar coimas para ser beneficiado con una obra pública. En mi opinión y en este caso concreto, el referido alcalde se habría hecho merecedor a un reconocimiento en atención al aserto:

“Ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón”.

Formulada tal precisión y entrando al meollo del asunto, la citada revelación pública reconfirma que la ética y honradez desaparecieron absolutamente en el ámbito de la administración pública,  imperando el conocido sonsonete:

A robar, a robar, que el mundo se va a acabar.

La situación se agrava por cuanto, tácitamente, se ha institucionalizado/legalizado el pago de coimas para ser favorecido en las licitaciones de obras públicas, como lo evidencia la comentada información periodística acusando de estafador al alcalde. Así,  se estaría dando por lícito el pago de coimas para beneficiarse con la buena pro.

Cambiando de cristal, llama la atención el doble rasero para calificar a estos corruptores (los supuestos estafados), pues, mientras se les santifica por haber sido estafados, en el caso de las contratistas brasileñas, las cuales habrían perpetrado las mismas malas prácticas de las ¿víctimas? del alcalde chiclayano, son satanizadas y condenadas por corruptoras, es decir, con sus artimañas enceguecieron y obnubilaron a nuestras puras y santas autoridades  corrompiéndolas llenándoles los bolsillos con el vil y asqueroso metal para ser favorecidas con obras sobrevaluadas y/o inútiles.

Pudiendo compararse la corrupción generalizada desatada en el país a la gangrena que infecta la pierna de un ser humano que se soluciona amputando, ¿a quién diablos le cortamos la cabeza para eliminar la corrupción entronizada en el país entero?