¡POBRE  PIURA!

(Piura, 02 julio 2019)

Luis Gulman Checa

La exclamación me brotó, inmediata y espontáneamente, al leer la portada de la edición de “El Tiempo” del día de ayer:

Alerta entre los empleados del Alto Piura por posible purga

Autoridades bloquean marcador biométrico y hoy no podrán dejar constancia de su ingreso a laborar. Serían más de 20 los despedidos.

Según la secretaria del sindicato del Peihap, los trabajadores en riesgo tendrían más de cinco años laborando en la institución.

La verdadera voz de alerta debería dársele a todos los piuranos para que tomen las providencias del caso defendiéndose de la atroz lacra implícita en la existencia del Peihap, cuya creación, salvo para los obtusos y/o deficientes mentales, tuvo por objeto sangrar el erario creando una inútil y vacua unidad ejecutora, cuando, lo reitero por enésima vez, la tarea debió asumirla el Chira Piura como la IV Etapa del proyecto.

Como confirmación indiscutible de la certeza de la afirmación precedente, está la  calamitosa y/o corrupta gestión del proyecto, realmente muerto en vida como prueba palpable del conocido aserto: “Lo que mal comienza, mal acaba”.

¿Alguien, m/m pensante, puede albergar alguna duda  que César Trelles Lara, en su condición de presidente Regional, creó esta unidad ejecutora con el único propósito de - zurrándose en su deber de cautelar los recursos puestos bajo su custodia - saquear el erario inventando una planilla innecesaria con rango salarial, aunque usted no lo crea, superior a la imperante en el proyecto Chira Piura, solo para ampliar sus opciones de mantener sumisos ayayeros incompetentes e innecesarios?

Confirmando la pertinencia del epígrafe, la presidencia del GRP pasó por dos manos luego que CTL dejó el cargo, sin embargo, transcurridos los ocho años que estas dos personas estuvieron al frente, más el medio año del actual gobernador sin que se corrija el rumbo, seguimos tan o más infectados que al principio, ante la innegable demostración de la absoluta falta de idoneidad de nuestras autoridades.

Termino llamando la atención, una vez más, que la responsabilidad directa por este atroz  latrocinio perpetrado contra Piura y los piuranos,  recae en la Contraloría General de la República por permanecer sorda y muda, a lo largo de los años, cuando, en sus propias narices y violando normas, unos pícaros anti piuranos saqueaban el erario.