SOÑAR NO CUESTA NADA
(Piura, 16 julio 2019)
Luis Gulman Checa
Conversaba con unos dilectos amigos sobre las
aciagas circunstancias que asolan a
Piura a consecuencia de la falta de nivel/calidad de quienes nos gobernaron los
últimos años, situación agravada al extremo del colapso a raíz de los
resultados del proceso electoral del pasado mes de octubre; cuando alguien
mencionó que la única posibilidad para salvarnos de la hecatombe que nos
amenaza era la aparición, en la escena pública, de un piurano o, mejor aún,
piurana (¿Juana de Arco?) quien, cual cometa caído del espacio con su verbo
inflamado nos sacara del maldito letargo quitándonos nuestra cubierta de
borregos castrados convirtiéndonos en salvajes e incontenibles búfalos.
En la historia del mundo abundan los ejemplos
de personas como la invocada de modo que la aspiración señalada es posible de
replicarse en nuestra tierra, más aún cuando no dejamos de vanagloriarnos que
en Piura vino al mundo un imperecedero personaje como fue el Gran Almirante Don Miguel Grau.
Sin embargo, lamentablemente, la vida se ha banalizado a tal extremo que,
tomando el ejemplo del Almirante, es muy probable que la mayor parte de los
jóvenes de ahora opinen lo siguiente de su gesta:
“Qué tal h…, yo me
hubiera rendido y vuelto con mi familia”.
Solidaridad:
“Sentimiento y actitud de unidad basado en metas o
intereses comunes. Implica ayudar sin recibir nada a cambio”.
Es lamentable pero cierto que el concepto
definido líneas arriba casi se ha extinguido en nuestra tierra donde la mayoría busca, única y
exclusivamente, llevar agua para su molino, no solo zurrándose en el bien
común sino, de ser necesario para lograr el objetivo, violando cuanta norma
exista y rompiendo todas las manos que se dejen comprar.
Como la esperanza jamás debe perderse, más
aún cuando se afrontan situaciones como la que nos amenaza, roguemos para que
se materialice la figura invocada, sacándonos del maldito letargo en el que estamos
inmersos y guiándonos rumbo al anhelado bienestar que la naturaleza puso a
nuestra disposición y, estúpida y torpemente, estamos desdeñando.
Amen.