AIRE Y AGUA
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Publicado el día de hoy
(02-09-2015)
Luis Gulman Checa
Ambos elementos, en ese orden, son vitales
para la existencia del ser humano. Felizmente, el primero, por lo menos hasta
el momento, no está amenazado de extinción ni, tampoco, enfrenta el riesgo de
ser entregado en concesión para que paguemos por el que respiramos.
Lamentablemente el agua, si bien existe, se
encuentra y discurre en el mundo;
requiere, de acuerdo a las necesidades y costumbres de la vida moderna, de una
serie de instalaciones (inversiones) para posibilitar que, al abrir alguna
válvula en nuestros domicilios, fluya libre e ininterrumpidamente. Es por esta
única razón que esa agua - y no la que alguien puede acopiar en alguna fuente
natural gratis y libremente - tiene un
costo y es necesario pagarlo si se desea disponer de ella.
Para que quede claro y al alcance de
cualquier mente, puede compararse con la energía eléctrica usada para
alumbrarnos. De día no la necesitamos porque la luz natural que provee el sol
basta y sobra. No obstante, al caer la noche, si queremos estar alumbrados
tenemos que pagar por ella,
¿A qué se debe la perorata expuesta ut supra?
Al debate abierto en nuestro departamento sobre la cesión en concesión o no de
la E.P.S. Grau (tremenda ofensa a la memoria del Gran Almirante), suscitado al
interior de los Concejos Municipales “propietarios” de la misma.
Con franqueza, algunas opiniones oídas al
respecto me suscitaron tremenda “vergüenza ajena”, al considerar inadmisible,
impropio e indigno de personas, supuestamente pensantes e instruidas; las
razones expuestas para oponerse a la citada concesión. Sin embargo, peor es la
imagen que nos muestran las personas que deben tomar la decisión de aprobar la
concesión: los integrantes de los Concejos, supuestamente elegidos por los
ciudadanos para que velen por el bienestar de la población. Así, pues, me
pregunto: ¿acaso no llegan a entender que, de seguir la empresa como ahora,
vamos a quedarnos sin agua?
Leí que alguien opinó: “Que el Estado condone
la deuda y siga en manos de los Concejos”. Aclarando que las opiniones son
respetables, la referida demuestra un desconocimiento absoluto de nuestra
realidad, por cuanto, dichos entes, si ni siquiera son capaces de cumplir con
sus deberes básicos como mantener las vías limpias y ordenadas y un tránsito
m/m decente, ¿cómo alguien puede creer que van a ser capaces de proveer un
servicio como el del saneamiento?