¿REIMOS o LLORAMOS?
(Piura, 25 setiembre 2015)
Luis Gulman Checa
Primera plana del diario “Correo” del pasado miércoles
23:
REUBICACIÓN A LA
FUERZA
El alcalde de Piura
advierte que trasladarán a miles de familias que vivan cerca a los drenes y
quebradas por venida de El Niño
Teniendo en cuenta que está terminando
setiembre; que el clima no tiene ninguna semejanza con el de los años 1982 y
1997; que, hasta la fecha, ni uno solo de los Nostradamus del clima ha
osado aseverar, pública y enfáticamente, que el próximo verano nos azotará un
atroz FEN; que no hay estudio alguno que determine fehacientemente cuáles
serían tales drenes y quebradas; que el anunciado traslado requeriría de gran
capacidad logística y cuantioso gasto de dinero público, más aún cuando
tendrían que desarmarse las casas (adobe por adobe) para rearmarlas en áreas
inexpugnables, las que, por supuesto, no han sido determinadas; etc.:
¿Habrá una sola
persona, con una ínfima parte del cerebro en funcionamiento, que crea existe
alguna posibilidad que se cumpla el
compromiso/amenaza del señor alcalde?
Reitero: al burgomaestre no lo conozco; jamás
he inter cambiado ni siquiera un saludo con él; consecuentemente, no le tengo animadversión
personal y en mi condición de piurano auténtico y de bien, sería feliz si su
desempeño al frente del Concejo Municipal fuera maravilloso en beneficio de
todos nosotros. Sin embargo, hecha tal precisión y teniendo en cuenta nuestras
condiciones; él hombre público y el suscrito normalmente pensante y opinante; digo:
Considero grave
pecado por omisión - común en la gran mayoría de piuranos sea por indiferencia
congénita y/o pereza mental - pasar por alto la serie de tonterías/barbaridades
perpetradas por nuestras autoridades ante nuestro silencio cómplice, tanto de
los medios como de la opinión pública.
Aceptando que la afirmación del alcalde le
brotó del fondo del alma expresando su sincera
preocupación por los más necesitados,
que, se supone, serían quienes moran a la vera de drenes y quebradas, quienes,
quizá algún día pudiera ser que tuvieran problemas cuando se produjera un gran
FEN que nadie se atreve a pronosticar con exactitud, tan igual como los
agoreros de los terremotos; oso formularle la siguiente pregunta:
¿Por qué entonces no
muestra la misma preocupación por los miles de conductores que, diariamente, son
atormentados por los semáforos tuertos y/o ciegos, poniendo en peligro la vida
o la salud de miles de ciudadanos, cuando tal tarea cuesta una mísera peseta e
ínfima logística en comparación con lo que requeriría para cumplir su drástica
y fulminante promesa/amenaza?
Por si no hubiera quedado suficientemente
claro:
¿Es aceptable
semejante anuncio del responsable de la Municipalidad cuando ni siquiera es
capaz de mantener los semáforos en óptimas condiciones de operatividad?