¿ES EL NARCOTRÁFICO EL PEOR DE LOS CRÍMENES? (IV)

(Piura, 03 setiembre del 2015)

Luis Gulman Checa

“DETRÁS DE CADA GRAN FORTUNA HAY UN CRIMEN”

La frase, de Honoré de Balzac, encierra una verdad  sujeta al precepto de la excepción que confirma la regla. Si nos volviéramos exquisitos y acuciosos como algunos que persiguen  fortunas presuntamente originadas en el narcotráfico, ¿acaso no habría suicidios, incendios, desfalcos, parricidios, etc., en el origen de algunas de ellas?

¿Por qué es un crimen el narcotráfico?

Porque a un grupúsculo de seres humanos se les ha ocurrido calificarlo como tal, exactamente igual como, en el siglo pasado, en un país del norte, otro similar decidió que era un delito producir y consumir bebidas alcohólicas.

¿Las bebidas alcohólicas continúan proscritas y perseguidas?

A excepción de algunas abstenciones por motivos religiosos, se producen, distribuyen y consumen sin medida ni control en casi toda la tierra.

Entonces, así como quienes las prohibieron en el país del norte erraron por completo, ¿cuánto tiempo más deberá pasar para que, quienes penalizaron las drogas, sean señalados no solo por su equívoco sino que, también, salga a la luz - como está aflorando la pudrición generada en Petrobras - cómo se enriquecieron a costa de extorsionar a los “empresarios” narcos para permitirles continuar  operando?

¿Recuerdan al gran empresario aeronáutico,  Fernando Zevallos, “El Lunarejo”, creador y propietario de la línea aérea nacional Aerocontinente?

Semejante empresario está cumpliendo una sentencia de 25 años de cárcel, la línea aérea que creó desapareció del firmamento para ser reemplazada por la chilena LAN, la que, sabe Dios por qué artilugio, hace lo que le da la gana con los mansos y aborregados pasajeros peruanos.

¿Quién fue el responsable de “borrar del mapa” a Fernando Zevallos”  Ni más ni menos que “El Comercio” - exactamente igual como, actualmente, “Caretas”, anda cual perro de presa tras la familia Sánchez Paredes - por razones despreciables, pues, bajo el emblema de luchar contra el tráfico de drogas - imputado a Zevallos como ahora a los Sánchez Paredes -, su real interés era limpiar los “cielos peruanos” de competencia para entregárselo - ¿antaño también optó por los chilenos? - a nuestros “hermanos” del sur. Por razones de higiene mental me inhibo de consignar el nombre de la persona que preside “LAN Perú” e integra el directorio de dicho diario.

Reflexión final, por hoy:

Si el mismísimo Francisco acaba de extender su mano de amor y perdón para quienes perpetraron el crimen de cegar una vida humana en sus inicios, ¿qué anidará en el cerebro de tanto desquiciado que combate - olvidando que solo se esfuerzan en producir un bien que muchas personas necesitan - a  los “empresarios” narcos solo porque a unas personas desquiciadas se les ocurrió concluir que su actividad era delictuosa?