CARLOS LOANDO A REYNALDO
(Piura, 15 marzo 2016)
Luis Gulman Checa
Carlos Sánchez, en su última columna dominical
publicada en “Correo”, luego de despotricar de los alcaldes de Piura y Castilla
tanto por el pésimo estado de las pistas llenas de huecos y baches de todo
tamaño, como por programar obras absurdas - dadas las circunstancias - como
plataformas deportivas, dice: “La autoridad regional, por lo menos reacciona.
Ahora está tratando de superar los estragos(x) de las lluvias, aunque eso no lo
libera de su responsabilidad frente al llamado proceso de PREVENCIÓN”.
En este punto es oportuno un señalamiento:
ambos alcaldes fueron a las elecciones de la mano con la autoridad
regional, ergo, si son tan ineptos como señala Carlos, el Gobernador es
corresponsable de que estén donde están. ¿Ello fue un crimen del entonces
candidato y ahora Gobernador? No tanto, Pero sí revela claramente que la
elección de autoridades en el país bien puede calificarse como una “merienda de
negros” (según la RAE sinónimo de confusión y desorden) por cuanto las “alianzas
electorales” prácticamente son armadas en una licuadora, cuyo único norte es ganar
la elección así te asocies con el mismo diablo.
También dice Carlos que el Gobernador regional
ha hecho bien en aclarar que el Gobierno Central es el que ha invertido y
contratado directamente para ejecutar las obras de PREVENCIÖN. Así, en conjunto,
los ministerios de Vivienda, Agricultura y Educación invirtieron 173 MILLONES
DE SOLES y, según se infiere de su escrito, no sabemos en qué ni dónde.
Digo:
¿Cómo debemos
sentirnos los piuranos que, luego de tantos años de instaurada la
Regionalización, nuestro Gobernador, renunciando a sus fueros, deberes y
prerrogativas, permite, poniéndose a un costado, que una serie de “limeños”
vengan a hacer y deshacer en nuestro territorio pasando por encima de su cabeza
con el obvio y principal objetivo de ROBAR recursos del erario trasegándolos a
sus sucios bolsillos?
¿En qué me baso para formular tan drástica
acusación?
En el descarado robo,
perpetrado ante nuestras “propias narices” sin que los medios y/o las “fuerzas
vivas” de Piura digan ni pío, gastando X horas de maquinaria haciendo
movimientos de tierra absolutamente inútiles en el cauce del río Piura.
¿Acaso el Gobernador
no debió defender nuestros fueros?
(x) ¿Cuáles estragos?