POBRE PNP

(Piura, 18 marzo 2016)

Luis Gulman Checa

Para que un país pueda calificarse como tal, es fundamental que sus instituciones tutelares cumplan sus funciones  a rajatabla y, asimismo, que la ciudadanía, por ello,  les guarde el debido y merecido respeto.

Si la afirmación ut  supra estuviera acorde con la realidad, ¿podemos afirmar que el nuestro es un país auténtico o, más bien, podría calificarse como una “republiqueta” rumbo al colapso?

A la luz de las consabidas encuestas que ahora salen a diestra y siniestra,  dichas instituciones, para la gran mayoría de la ciudadanía, son un desastre por  corruptas y/o incompetentes y/o inoperantes., ergo, sería ir en contra de la realidad afirmar que, hoy por hoy, somos un país auténtico.

En consecuencia, no se trata de ensañarse con la maltratada PNP (empezó su desmoronamiento en la “aprocalipsis” de AGP cuando unificó las tres ramas existentes) pero, siendo flagrante y evidente el permanente incumplimiento de sus deberes y obligaciones, lo que atenta directamente contra la tranquilidad, orden y seguridad de la ciudadanía, sí es pertinente invocarle “cumplir con su deber y ganarse los frejoles honestamente”.

Veamos algunas disposiciones vigentes cuyo acatamiento  está a cargo de la PNP:

·         Está prohibida la circulación de vehículos de tres ruedas (mototaxis) por  carreteras.

·         Está prohibido usar el claxon salvo una emergencia.

·         Está prohibido el uso de motocicletas como transporte de pasajeros.

·         Ningún vehículo puede circular si sus luces no funcionan perfectamente.

·         Los vehículos al circular por carreteras deben hacerlo, aún en horas del día, con las luces bajas encendidas.

·         Los vehículos, con más de tres años de antigüedad, para poder circular, deben pasar una Revisión Técnica anual en talleres autorizados para ello.

¡Tremenda  vergüenza me embarga, como peruano de nacimiento y corazón, cuando observo a un miembro (a) de la PNP parado en una esquina con el teléfono celular en el oído, que no mueve un pelo ni le importa un comino cuando tantísimo cuasi sub humano hace tronar el claxon por las puras!

Para peor, sin compararnos con países del hemisferio norte o del mundo desarrollado, mirando acá cerquita no más:

¡Qué orden impera en el Ecuador!