NECESARIA EXPLICACIÓN
(Piura, 17 marzo 2016)
Luis Gulman Checa
Ayer por la noche fui fuertemente increpado
por mi hija Paulina por los varios y fuertes adjetivos consignados en el
artículo “Paita y Talara sin agua: ¡Qué tal destape!” Luego de meditar y
reflexionar - como deben hacer las personas m/m pensantes - concluí que
semejante llamada de atención, sin duda justificada, merecía una explicación de
mi parte.
Paulina me dijo: “Parece que odiaras a
Reynaldo”. No es así. Para ser franco no
odio a nadie. Además, tal sentimiento es propio de personas con complejo
de inferioridad y no me siento más ni menos que nadie.
¿Por qué, entonces, de vez en cuando escribo
con violencia, como bien me reconvino Paulina?
Porque yo sí he
estado “montado en el caballo” durante varios años en diferentes organismos
(inmodestamente siempre muy exitosamente), por lo que conozco al “monstruo” por
dentro e identifico inmediatamente a quienes no dan la talla y/o asumen o buscan
cargos que les quedan demasiado grandes, lo cual, para mí, es un crimen contra
la colectividad.
Reconozco que ello me saca de mis casillas al
considerar que una persona m/m normal debe auto analizarse y determinar para qué
es buena y para qué no, por lo que es muy malo cuando algún inepto o no idóneo, asume cargos.
Peor si por elección. Un ejemplo para graficar lo expresado:
Antes del primer
proceso electoral regional, en el que fue elegido César Trelles Lara, me reuní
en Lima con Jorge del Castillo - gracias a la mediación de un sobrino amigo
suyo quien estuvo presente - y le dije: “la presidencia de la región es un
cargo hecho a mi medida, por lo que debo ser el candidato del partido”.
Respuesta: “Pero ahí está CTL que es el secretario general”. Retruqué: “Será secretario
pero se trata de Piura y César es un ……………, de modo que sería un crimen hacerlo
ese daño a Piura”. Me dijo: “¿No quieres ser alcalde?” Mi respuesta: “Mira, estás
equivocado, no he venido a pedir “chamba” sino a comunicarte que yo soy la
mejor opción para ese cargo, además, así me mandaras la alcaldía envuelta en
papel celofán a mi casa no la aceptaría de ninguna manera, porque al primer
fulano que viera orinando en la calle tendría que meterle un tiro, porque tal
inconducta sí sería de mi entera responsabilidad”.
Claro, con CTL varios “hijitos” de jerarcas
apristas se regodearon por Piura a su regalado gusto, confirmándose así la
conducta de nuestros políticos en general: antes que nada mi propia conveniencia,
Veamos el caso del actual alcalde provincial
de Piura, el médico Óscar Miranda. Si afirmo que es una nulidad como alcalde, ¿estoy
demostrando odio hacia él o, simplemente, señalo un hecho objetivo? Una
muestra: El semáforo del transitado cruce de las avenidas Cáceres y Chirichigno,
tiene m/m 20 días a medio funcionar generando mil problemas. Tan
lamentable situación reconfirma la abulia/dejadez/incompetencia del alcalde,
por cuanto, de no estar mal informado, pasa por ahí cotidianamente.
Finalmente, una persona pública, más aún si
logró tal condición gracias a un proceso electoral, necesariamente debe ser
permanentemente evaluada y analizada y, cuando deba hacerse, sacar
al aire sus obvias y claras inconductas, como reiteré en el artículo por
el que me sermoneó Paulina.