FÚTBOL: LA “U” SALVÓ AL PERÚ
(Piura, 28 marzo 2016)
Luis Gulman Checa
El reciente partido clasificatorio al mundial de Rusia
2018, cuando Perú enfrentó a Venezuela en Lima, aparentemente fue un pésimo
resultado para nosotros por el consabido sonsonete de que no podemos perder ni un solo
punto en casa.
No obstante, creo que fue aleccionador y
positivo, siempre y cuando adoptemos las urgentes medidas requeridas que quedaron
patentes en el curso del encuentro, siendo la primera de ellas darle las
gracias a Ricardo Gareca por los servicios prestados - afirmando que es una
persona digna, honesta y muy profesional - por cuanto no llegó a compenetrarse
con la mentalidad/idiosincrasia de nuestro fútbol y jugadores.
Siendo indiscutible que el D.T. es el único
responsable del accionar colectivo del equipo como también del
rendimiento/actuación de cada jugador; aquél día el Perú no presentó un equipo
de fútbol sino once jugadores que se asemejaban a los conocidos cuyes
de tómbola, pues de fútbol, fútbol, nada de nada.
Mientras el equipo de Venezuela, que llegaba
con bajas y problemas de todo tipo, dictó una lección de juego pulcro y
ordenado en el que nadie desentonaba; el nuestro dejaba la sensación que los
jugadores recién se habían conocido en el camarín al no mostrar orden ni
control del balón.
Para peor, a pesar de lo dicho, nuestras “individualidades”,
motejadas con ridículos apelativos, tuvieron en ese desastroso primer tiempo
claras ocasiones de anotar fallándose goles cantados demostrando grosera
falta de calidad.
Precisemos los gruesos errores de Gareca:
·
Farfán
no debió jugar, pues no solo venía de una larga para, sino que, obviamente, no
estaba absolutamente recuperado.
·
Pizarro,
qué duda cabe, es un gran jugador, no obstante el fútbol, a diferencia del tenis,
en un juego de conjunto (razón por la
que, contra lo que algunos desavisados pudieran creer los futbolistas requieren
cierto nivel de inteligencia) por lo que el rendimiento individual depende
tanto de la función/ubicación asignada por el D.T. como de la calidad/idoneidad
de los compañeros.
·
La
defensa del equipo peruano, columna vertebral y/o soporte fundamental de
cualquier equipo de fútbol, fue una desgracia, no solo porque uno de los
integrantes tenía meses fuera de las canchas y no por lesión, sino también
porque otros dos de ellos no son jugadores de fútbol: Advíncula
y Zambrano. El primero quizá hubiera podido desempeñarse como un puntero derecho
de antaño, aunque es obvio su cerebro no funciona; mientras al segundo lo
descalifica absolutamente su temperamento, pues, una vez más, se ganó
claramente una roja directa que el
medroso y/o incompetente árbitro no se atrevió a mostrar.
Para terminar y volviendo al epígrafe, está
claro que los muchachos de la “U” nos “libraron de la vergüenza” pero, queda un tema pendiente: ¿quién debe
reemplazar a Gareca?
El mejor de todos, el
que sabe, el canchero. ROBERTO CHALE