AGRO EXPORTACIÓN: PREVENIR ANTES QUE LAMENTAR

(Piura, 08 junio 2018)

Luis Gulman Checa

La boyante y próspera agro exportación piurana tiene pendiendo sobre su cabeza una amenazante espada de Damocles la que, más temprano que tarde, le generará atroces inconvenientes. ¿A qué espada me refiero?

A la incontrolable minería informal/ilegal desatada en las cuencas que alimentan ambos reservorios piuranos, justa y precisamente, tan luego los defensores de la soberbia actividad agrícola de San Lorenzo y Tambogrande echaron a la empresa que buscaba realizar extracción minera formal y legal.

Así como tenemos la absoluta seguridad que al sumar dos más dos el resultado siempre será cuatro, también será inevitable que más temprano que tarde los relaves contaminados que los delincuentes desarrollando  tal minería tiran en cualquier lado, serán arrastrados por la escorrentía generada por las lluvias hasta los reservorios y, de ahí, inapelablemente, a los frutos exportados.

Cuando ello suceda, ¿quién o quiénes asumirán la responsabilidad por haber permitido el crimen que se viene perpetrando, desde varios años atrás, en las alturas de nuestras cuencas? ¿El gran bonetón?

No estoy en absoluto calificado para pronunciarme respecto a los motivos/razones que impelen a la ciudadanía a reaccionar en una u otra forma. Sin embargo, abrumado por el desconcierto, me pregunto lo siguiente:

¿Cómo puede explicarse la atroz abulia/indiferencia ciudadana ante la criminal actividad minera de tales vándalos, quienes, zurrándose en el futuro de la bendita actividad agrícola, contaminan el sagrado recurso hídrico, cuando, años atrás, esta misma ciudadanía, reaccionando cual leona herida defendiendo a sus cachorros, saltó con dientes y garras contra el cuello de quien pretendía  manchar los inmaculados valles de San Lorenzo y Tambogrande con la atroz y degradante actividad minera?

Si usted, estimado lector, puede explicar tal dicotomía en nuestra conducta, no solo lo felicito sino rogaría vea la forma de explicar, públicamente, qué diablos está conturbando nuestras mentes.