FÚTBOL: SI SIEMPRE FUÉRAMOS TAN UNIDOS

(Piura, 09 junio 2018)

Luis Gulman Checa

Por primera vez, en los más de tres cuartos de siglo que llevo sobre los hombros, tengo la enorme satisfacción de ver  nuestro país unido como un puño tras la búsqueda de un supremo objetivo, lo cual debiera augurar que, de aquí en adelante, seremos capaces de remar todos en el mismo sentido hasta llegar a la meta: el desarrollo y  diploma de país auténtico.

¿Qué habrá posibilitado la concreción de semejante milagro? ¿Acaso estamos ad portas de que nuestro sistema educativo público supere al de los países nórdicos o asiáticos que nos llevan años luz? ¿Quizá se trate de que, milagrosamente, desaparezca la corrupción, nuestra perpetua y maldita compañera desde el inicio de los tiempos?

Nada de ello, estimados lectores. Nos hemos unido tan sólidamente (¿desterrando para siempre el anatema aquel de que no hay peor enemigo de un peruano que otro peruano?) porque sentimos que dentro de muy pocos días tocaremos el cielo con la mano alcanzando la gloria gracias al rey de los deportes, el fútbol, por el milagro que posibilitó la presencia del inigualable capitán (el GRAN CAPITÁN fue Héctor Chumpitaz), adalid y depredador de cuanto defensa se le pone al frente, el gran, el único, el inigualable, Paolo Guerrero, quien, con su ejemplo y perseverancia, unió a todos los peruanos como un solo puño.

 Así pues, el país entero - desdeñando asuntillos de poca monta como los protagonizados por el impresentable Congreso y/o los sucesivos relevos de ministros en un Poder Ejecutivo que no sabe dónde ir al decir y desdecirse de un día para el otro -  tiene puesta la mirada en el evento a desarrollarse en la antaño tierra de los Zares, al que retornamos tras 36 años de ausencia, esperando, con el corazón en la mano, un baño de gloria:

Que, nuestra representación nacional, llevada de la mano por el sin par guía y redentor, Ricardo Gareca (a cuyo lado personajes de antaño como  San Martín o Bolívar  quedarán,  figurativamente, como zapatillas viejas), se corone CAMPEÓN MUNDIAL DE FÚTBOL en la lejana Rusia.

De concretarse tamaña ilusión, además de las caravanas de vehículos a lo largo y ancho del país haciendo tronar sus bocinas continua e implacablemente; del agotamiento de las existencias de cerveza, ron y cuanta bebida alcohólica haya en el país; del baile y jolgorio desatados en costa, sierra y selva;  pregunto:

¿Los peruanos seguiremos unidos en busca de logros realmente trascendentes para el futuro de nuestro país?