EMBARAZOS ADOLESCENTES: AL TORO POR LOS CUERNOS

(Piura, 27 junio 2018)

Luis Gulman Checa

Desde buen tiempo atrás los medios vienen atosigándonos con informaciones referidas a la gran cantidad de colegialas que salen encinta, no por violaciones ni abusos sexuales sino, como es lógico y natural, a consecuencia del imperio de la “modernidad”. Así,  simple y llanamente, imitan lo que se propala mañana, tarde y noche por todos los medios manteniendo relaciones sexuales, cual animalitos del campo, con sus amigos/enamorados.

Me motiva la  información de un medio local con el siguiente titular:

Polémica por libros escolares que apelan a virginidad y abstinencia.

Las autoridades peruanas buscarían reducir el número de embarazos en adolescentes y la transmisión de enfermedades.

Las autoridades educativas, tomando el rábano por las  hojas, a la hora undécima, han creído conveniente difundir, a través de textos escolares, la idea de la virginidad conservada a través de la abstención sexual para evitar los citados embarazos.

Tal pretensión es equiparable a querer detener una estampida de miles de elefantes poniendo un aviso que diga Prohibido correr. ¿Por qué? Para empezar,  los elefantes no saben leer y se guían tan solo por sus instintos exactamente igual como una pareja de jóvenes en la flor de la edad y no solo con las hormonas en ebullición sino también con las imágenes recién vistas en el cine,  la tele o las ¿benditas? redes sociales de parejas entregadas, en cuerpo (desnudo) y alma,  a satisfacer sus apetitos carnales.

Entonces, dignas autoridades, si tal es la cotidiana realidad, ¿cómo diablos se les ocurre rogar a las jóvenes conservarse vírgenes cuando, paralela y permanentemente, son bombardeadas con informaciones y escenas que las empujan a satisfacerse sexualmente?

No olvidemos que la formación/educación de los niños/jóvenes es tarea compartida entre el hogar y la escuela. Así, considero que la llave para lograr que las niñas se conserven vírgenes está, exclusivamente, en el hogar.

Autoridades: así como es imposible parar el discurrir de un río caudaloso, tampoco se puede evitar que los jóvenes, a causa de la modernidad y el progreso, den rienda suelta a sus apetitos carnales. Entonces, ¿qué hacer para paliar, disminuir y/o evitar embarazos prematuros e indeseados, cuando la crianza en casa no alcanzó?


Instruir a los jóvenes, mujeres y hombres, respecto al ciclo menstrual femenino. (*)

Ello les permitirá tener relaciones seguras, es decir, sin peligro de que la niña salga embarazada. Asimismo, sabrán cuándo pueden amancebarse sin protección ni complicaciones y, también, qué días requerirán usar preservativos.

(*) En nuestra época escolar, en el tercer año de media aprendíamos, al dedillo, la cartilla citada líneas arriba.