¿A BLOQUEAR CARRETERAS?
(Piura, 01 abril 2019)
Luis Gulman Checa
La edición de “Correo” de la fecha apareció
con una terrible amenaza contra el presidente de la República, inmersa en el ultimátum recibido tanto de los damnificados bajo piuranos por el devastador
Niño Costero que nos asoló el 2017, como
de los pobladores del flamante distrito, 26 de octubre, exigiendo la perentoria
culminación de un paso a desnivel.
La reflexión que la citada información me
trajo a la mente, rememorando el proceso
de la descentralización, fue la
siguiente:
Si hemos cumplido
DIECISEIS años independizados del maldito/explotador yugo con el que los “limeños”
nos tenían uncidos, ¿cómo así continuamos mendigando al gobierno central si tenemos
tantos años siendo autónomos y dueños de nuestro destino?
Tengamos presente que, mientras el presidente
de la República, por definición, tiene sobre sus hombros responsabilidades superiores
que atañen al país entero; las autoridades locales y regionales, elegidas por
nosotros, lógica y naturalmente, tienen que responder por detalles menores como
los señalados.
Daría la impresión que las citadas instancias
de gobierno, locales y regionales, a pesar del pesado costo que significan para
el erario y los bolsillos de todos nosotros, estuvieran pintadas en la pared,
pues no cabe otra expresión calificativa cuando, en vez de ser pro activas,
inteligentes y eficaces, se la pasan llorando cual niños de pecho reclamando su
mamadera.
El reclamo de los “octubrinos” es prueba
incontrastable de lo afirmado líneas arriba, por cuanto, si nuestras
autoridades no han sido capaces de actuar/influir/exigir la culminación de la
referida obra, ¿con qué cara vamos a increpar al presidente de la República
cuando fuimos nosotros, y no él, los responsables de elegir personas incompetentes
y/o ignaras.
Estando
claro que transcurridos los quince días otorgados al mandatario para que saque las castañas del fuego, las
mismas continuarán asándose, ¿qué castigo tendrán en mente imponerle? Estarán
pensando, acaso, siguiendo el pésimo ejemplo
que están dando algunas comunidades extorsionadoras del sur del país, bloquear
las carreteras departamentales.
No voy a discutir la veracidad del dicho: “Dios
es peruano”. Sin embargo, a juzgar por la triste realidad que nos está
asolando, puede afirmarse que piurano no es.