CIEN DÍAS: RECIÉN EMPIEZA EL SUFRIMIENTO

(Piura, 12 abril 2019)

Luis Gulman Checa

El pasado  miércoles, el señor gobernador de Piura, Servando García, en el curso de su informe dando cuenta de los primeros 100 días de su gestión, ratificó el terror que venía asolando a todas aquellas personas m/m pensantes que  habían concluido era un cero a la izquierda, es decir, nulo y absolutamente inservible.

No lo digo por ofender ni zaherir pero la verdad no debe ocultarse,  menos aún por cuanto la citada autoridad está en el cargo limpia y legítimamente por decisión libre y soberana de la mayoría de electores piuranos, ergo, teóricamente, las barbaridades que ya perpetró y las futuras con las que  nos tiene amenazados, devendrán en legítimas.

Digresión:

No tengo idea cuál será la relación, pero acaba de venirme a la mente una información aparecida en la edición de “El Tiempo” del día de ayer:

300 padres de familia impiden ingreso a colegio en Paimas.

Para exigir sacar a la directora por presuntas irregularidades administrativas.

El primer síntoma de la confusión mental del gobernador (para expresarme comedidamente) fue revelado por su declaración de que, al contar con un presupuesto diez veces mayor que el del año anterior,  no solo  ha contratado gran cantidad de personal, inútil e ignaro, sino que seguirá haciéndolo.

El medio informativo, inocente y cándidamente, lo acusó de desconocer el monto del presupuesto anual por cuanto, en vez de aumentar bajó de 1,253 millones de soles para el 2018, a solo 1,088 millones para el actual. Sin embargo, si el redactor hubiera sido más perspicaz habría notado que don Servando, manteniéndose dentro de sus límites, sumó al referido monto la inversión total que requerirá la construcción de la represa de Vilcazán y todos sus agregados como CC HH; los dos hospitales que el mandatario, Martín Vizcarra, ya le ofreció y, también, como es entendible, la inversión total que demandará dotar de gas domiciliario a  los hogares y negocios de la región.

Sin embargo, en honor a la verdad, siendo justo y recordando que la desnutrición es uno más de los tantos males que asolan a la población regional, es resaltable su extraordinario logro  repartiendo de pescado, como lo precisó, señalando haber distribuido, personalmente, ni más ni menos que 40 TONELADAS de tan formidable alimento buscando abatir o desterrar la maldita desnutrición.

¿Soportaremos cuatro años a este moderno “Atila”?