CONSEJO PARA PPK:
REORGANIZA LA CONTRALORÍA
(Piura, 12 agosto del 2016)
Luis Gulman Checa
Si la Contraloría General de la República (CGR)
funcionara correctamente, los medios de información perderían su principal
fuente de noticias:
Los robos, cohechos,
peculados y latrocinios en general, perpetrados, a lo largo y ancho del país,
por la gran cantidad de funcionarios - electos o designados -, quienes, por
corruptos y/o ignorantes, perpetran o permiten se cometan estos delitos.
Así como, con razón, la opinión pública le ha saltado a la yugular a
la PNP por el evidente avance de la delincuencia; también, con los medios a la cabeza, debería
condenar a la CGR por su venalidad y/o
incompetencia al permanecer indiferente ante el incontenible asalto contra las
arcas del erario perpetrado por estos delincuentes y/o ignorantes de “saco
y corbata”.
¿La CGR existe para “pararle
la olla” a una recua de burócratas para que se limiten a dejar pasar sus “horas
de trabajo” leyendo el periódico, o, por lo contrario, les pagamos para que,
cual perros rabiosos y furibundos persigan, acosen, denuncien y encarcelen
(habida cuenta que el Perú no es China donde los ajustician) a estos rapiñadores del
erario?
Fatalmente, los medios, quizá por punible desconocimiento, no coadyuvan en absoluto
a obligar a esta entidad - fundamental para preservar la correcta utilización
de los recursos públicos - a cumplir con su deber.
Reflexionemos sobre una información divulgada
pocos días atrás referida al riesgo de que innumerables CC EE del Estado
quedaran desbastecidos de agua y energía eléctrica por falta de pago a las
entidades distribuidoras. Entonces, mientras el GRP carece de recursos para
atender estos prioritarios pagos, sí dispone de éstos para, violando flagrantemente
la normatividad, mantener la siguiente ilegal situación:
La existencia de dos
Proyectos Especiales - Chira Piura y Alto Piura - que desde un cuarto de siglo
atrás fueron unificados por una norma específica (que incluyó también a los lambayecanos
Olmos y Tinajones quienes, de inmediato, crearon el PEOT) en la que se vienen
zurrando nuestras máximas autoridades regionales empezando con César Trelles,
apañado por Javier Atkins y mantenido por Reynaldo Hilbck, con el único
propósito de, rapiñando el erario, no solo contar con dos Consejos Directivos
con dietas exorbitantes por no decir delincuenciales y, peor aún, no solo
duplicando los gastos administrativos sino fijando para Proyecto más
intrascendente, el Alto Piura, una escala remunerativa muy superior originando
el éxodo y/o trasvase de antiguos funcionarios del PECHP al PEHAP por la
evidente mejora es sus remuneraciones.
Imitando a “El Tiempo” cuando preguntó ¿Quién
pone orden en Sechura?, preguntaré, a mi vez:
¿Quién debiera poner
coto a este real y auténtico atentado contra la ley, la rezón y el sentido
común?
NI MÁS NI MENOS QUE
LA CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA SI SUS FUNCIONARIOS TUVIERAN UN POQUITO
DE SANGRE EN LA CARA.