SOBRE ASFALTOS Y BACHEOS
(Piura, 23 agosto del 2016)
Luis Gulman Checa
En la edición de “El Tiempo” de la víspera, página de
Opinión, apareció un artículo del Ing. Jorge Timaná Rojas, referido al tema del
epígrafe. El mismo, súper técnico y muy profesional, trataré de explicarlo sencillamente
para que el mensaje llegue a todos.
El
tema de fondo, obviamente, es el calamitoso estado que presentan veredas,
calzadas y avenidas de nuestra maltratada ciudad - debe estarse pareciendo a
las asoladas ciudades sirias - y las medidas que los gobiernos locales vienen
ejecutando para remediar tan enojoso problema.
Las conclusiones extraídas de la docta
explicación del especialista, serían las
siguientes:
·
La
mezcla del asfalto en caliente es la de óptima calidad, siendo la que se usa en
la construcción de carreteras. Sin embargo, como obligadamente debe producirse
en gran escala, está descartada para bacheos.
·
En
labores de bacheo se usan mezclas frías, las cuales, tanto al depender de
demasiadas variables para lograr la ideal, así como siendo muy complicado
preparar adecuadamente el cráter a parchar y la aplicación
misma del asfalto que debería
hacerse a presión y uniformemente, en la
práctica deviene en imposible que tal tarea sea eficaz y remedie el mal.(Fin de
la traducción)
Los años y la experiencia nos han enseñado
que los bacheos funcionan hasta que, por ejemplo, un gato mea sobre ellos. ¿Por
qué? Por cuanto la mezcla no sirve para nada, bastando se humedezca para que
las ruedas de los vehículos empiecen a hacerla volar hasta dejar el cráter
original totalmente expuesto, siendo tal la razón por la que al día siguiente de caer
la primera lluvia, las pistas se tornan intransitables.
Además, el deterioro de veredas y calzadas
tampoco es ajeno al grave mal que nos
asola: la corrupción y/o ignorancia, pues no hay otra explicación para
el estado de algunas - como, por ejemplo, el “asfalto” de Santa Isabel - revelen
al instante que el proyectista fue un ignorante o el constructor (coludido con
el supervisor) un asaltante.
Digresión: Estimado lector, al
caminar por las aceras con la vista en el suelo, vaya comparando la calidad
del concreto usado por la empresa que rehabilitó los sistemas de agua y
alcantarillado pocos años atrás, con el usado para construirlas. ¡Qué vergüenza! Hasta un ciego de nacimiento apreciará la
abismal diferencia entre ambas calidades, y, si pudiera, condenaría al patíbulo
al responsable de que nuestra ciudad cuente con aceras que van desapareciendo
con el simple roce de los zapatos.
Habiendo omitido el Ing. Timaná proponer la solución a nuestros males, procederé
a hacerlo:
En Piura debemos
olvidar absolutamente el asfalto, pavimentando, única y exclusivamente, con
bloquetas de concreto.