APRA: IN ARTICULO
MORTIS
(Piura, 07 agosto 2018)
Luis Gulman Checa
La tragedia que envuelve los restos del antaño orondo y enhiesto
Partido Aprista Peruano (PAP), es un síntoma más de la profunda crisis que
tiene sumido al Perú en el caos y el desconcierto, pues, honesta y
sinceramente, preguntémonos si décadas atrás hubiera sido imaginable que semejante
partido político, que siempre había marcado la pauta, a la muerte de su
forjador, entraría en vertiginosa
espiral descendente hasta las puertas de la desaparición de la escena nacional.
Ya no solo se trata de la irrisoria
representación que mantiene en el Congreso (deslegitimada al actuar,
mayoritariamente, como furgón de cola de
la recua
de Keiko) sino, como demostración irrefutable de que la mentada FRATERNIDAD quedó en el recuerdo, vemos
con pena cómo los restos/sobras de “militancia” que subsiste en la cuna
maternal, La Libertad, se enzarzan en luchas fratricidas en obvias disputas en
pro del interés personal, posición claramente
antagónica a la propugnada y practicada por el fundador.
Desgraciada e increíblemente, apenas
desaparecido el líder, surgieron los primeros síntomas de lo que vendría en el
futuro, generándose, cuando los restos de Haya no terminaban de enfriarse, el
brutal enfrentamiento Villanueva vs Townsend por encabezar la fórmula aspirante
a presidir la República.
Hecho tan lamentable patentizó que Haya de la
Torre, al fin y al cabo humano e imperfecto, erró clamorosamente al no haber
tomado oportunamente las medidas/disposiciones/acuerdos imprescindibles para
que el partido, tras su desaparición, continuara firme y unido.
No se requiere ser general después de la guerra para saber que si Andrés Townsend
hubiera sido el candidato, como debió
ser, no solo hubiera sido elegido sino que, probablemente no hubiera irrumpido, en 1985,
Alan García, joven de verbo fluido e inflamado que llenó de esperanzas los
corazones apristas para, prontamente, sumirlos
en la desazón al demostrar no solo que sus ideales y principios no se parecían
en nada a los de Haya sino, peor aún, poniendo las semillas de la corrupción que, de a pocos, fue infectando al
partido originando la diáspora de antiguos y auténticos apristas que fueron
abandonando la nave a medida que tal mal la iba contaminando.
Por circunstancias de la vida no solo conocí
y traté, en calidad de funcionario, a auténticos SEÑORES apristas sino,
también, dolorosamente, fui testigo del
desmembramiento partidario cuando
compañeros honestos y con sólidos principios fueron alejándose de las cúpulas
cada vez más impuras, por cuanto, ellos sí, respetaron y mantuvieron los
principios que guiaron a Haya.
Ahora, recalando en nuestra tierra, Piura, debo
testimoniar mi reconocimiento a dos apristas auténticos que nos representaron
en el Congreso y que bregaron firme y decididamente por nuestro progreso y desarrollo.
Si bien a uno de ellos, José Carlos
Carrasco Távara (Q.D.D.G.), póstumamente, el otro, Jhony Peralta Cruz, no solo
permanece entre nosotros sino que, fiel a las enseñanzas del maestro y
fundador, y, fundamentalmente, sin rabo de paja ni mancha en su ejecutoria
pública, continúa empeñado en hacer surgir a esta tierra que está muy
lejos del nivel que merece en relación a los dones que la naturaleza puso a su
disposición por cuanto, desdichadamente, ha estado en manos - expresado
delicada y suavemente - nada idóneas.
Termino invocando a los medios de prensa
piuranos para que contribuyan a clarificar el panorama político (*) en el corto lapso que nos separa
del día en el que elegiremos autoridades regionales y municipales, informando
con la verdad y, también, educando a la población para que vote informada y
conociendo qué tiene atrás (ejecutoria) y/o qué respalda (conocimiento/experiencia)
a los aspirantes a gobernar nuestro departamento.
(*) Me viene a la mente
el asqueroso infundio propalado años atrás por ciertos medios, tildando a Jhony
Peralta Cruz, a la sazón congresista y presidente de la Comisión de
Presupuesto, de Enemigo del Alto Piura, tal y como si hubiera sido él y/o sus
¿asociados? quien suscribiera el horroroso e inejecutable contrato de ejecución
de obra de la primera etapa del proyecto con la contratista brasilera Camargo
Correa, cuando, tal auténtica TRAICIÓN a
tan ubérrimo valle fue vilmente perpetrada por César Trelles Lara y los suyos,
quien, desvergonzadamente, ha tenido la osadía de aspirar a volver a dirigir el
GRP.
¡Dios perdone a
quienes voten por él!