UNA PAYASADA MÁS

(Piura, 10 agosto 2018)

Luis Gulman Checa

Estando el país cual caldera sobre calentada a punto de explosionar, aparece un “padre de la patria”  proponiendo lo siguiente:

Que, las listas postulando al Congreso de la República lleven, obligatoriamente, el 50% de integrantes del sexo femenino.

De primera intención, la fijación de cuotas referidas tanto a la edad como al sexo en toda clase de listas electorales, debería descartarse de plano al atentar contra la absoluta libertad que debe asistir a la ciudadanía cuando se trata de decidir su destino.

De otro lado, detrás de estas disposiciones yace un real/verdadero desdén hacia el grupo que, supuestamente, se está promoviendo al evidenciar que se le considera como un segmento disminuido, postergado, inferior y, por tanto, es necesario ¿protegerlo? colocando, arbitraria y prepotentemente, algunos de sus representantes en el Congreso, Concejos Municipales y otras instancias.

¿Acaso propugno que la propuesta es nociva por la gran presencia femenina en el Congreso?

Todo lo contrario. Creo que la libertad debe ser absoluta de modo que, en el caso del Congreso, no haya límite alguno pudiendo estar las listas  integradas   al 100 % por hombres o mujeres, como también  por jóvenes de 25 años recién cumplidos o integrantes de la tercera edad.

Cuál sería el problema si es el soberano, el pueblo, quién decidirá al momento de emitir su voto, tan igual como lo hizo cuando eligió tanto a Luis Castañeda como a la recua de alcaldes corruptos hasta el tuétano que prohijó y  endilgó a los electores para gobernar sus distritos o, también, como decidirá en el populista referéndum propuesto por el presidente de la República que, muy a  pesar  del Congreso, tendrá que convocarse muy próximamente.

Entonces, en el párrafo precedente, entre líneas, ¿he querido significar que implica un enorme peligro convocar al electorado para decidir, vía referéndum, medidas trascendentes para el devenir del progreso y desarrollo del país?

En las condiciones actuales sin la menor duda, siendo increíble que seamos tan ciegos al NO VER que la primera, urgente, vital, imprescindible disposición a adoptar es la siguiente:

¡ELIMINAR EL VOTO OBLIGATORIO!