POECHOS: ¿OTRO  FRACASO?
(Piura, 25 agosto 2018)

Luis Gulman Checa

No dudo que los responsables, tomando al toro por los cuernos, en el término de la distancia hallarán una solución idónea al grave y obvio impasse que afecta la obra en ejecución en la represa de Poechos, aireados en la edición de “Correo” de la fecha:

Trabajadores impagos paralizan labores en obra de la represa de Poechos.

Cientos de empleados exigen sus haberes.

Se prevé que la obra debe estar terminada en enero del 2019.

Como es público, la obra fue adjudicada a un consorcio peruano - chino, estando las obras civiles a cargo de los nacionales mientras el equipamiento, compuertas, quedó a cargo del socio asiático.
La empresa nacional, Málaga, también inmersa en el cataclismo que puso a tantas  del rubro al borde del colapso financiero (Clubes de la construcción y otras perlas similares), obviamente, ante el irracional cierra puertas bancario, habida cuenta que tiene entre manos un trabajo serio y legítimo, no cuenta con recursos propios para atender los pagos que demanda la obra. Recordemos que, luego de recibido el adelanto  a la suscripción del contrato, en adelante requiere de recursos propios  para avanzar realizando valorizaciones mensuales, las cuales, normalmente, son canceladas en el curso del siguiente mes. Así, la empresa requiere, necesariamente, de un capital de trabajo propio para operar en paz y sin sobresaltos.
Un camino que asoma como el más lógico es que sea el socio, al que sin duda le sobra el dinero, quien ponga el hombro en apoyo de su contra parte peruana para que la obra culmine sin problemas y dentro del plazo.
Si así lo hiciera, bien podría decirse que estaría sembrando para cosechar a futuro, pues, gesto tan destacable, podría abrirle muchas puertas no solo en Piura sino en el país.

Finalmente, como conclusión, en futuras licitaciones, además de los requisitos actualmente vigentes para ser postor, debería auscultarse a profundidad el real estado financiero de las empresas para determinar si de verdad son tan firmes y ostentosas como se pintan o, por lo contrario, devinieron en muertos vivientes aferrados a un pasado mejor.