CONSEJO REGIONAL: ¡OLLA DE GRILLOS!
(Piura, 02 agosto 2018)
Luis Gulman Checa
Realmente deprimentes las informaciones
propaladas por los medios referidas a
los dimes y diretes al interior de Consejo Regional del GRP, el que viene pareciendo copia y calco del impresentable
Congreso de la República, el cual, no lo olvidemos, debe su condición a la casi
absoluta falta de idoneidad de sus integrantes. ¿Acaso el mismo mal habrá
infectando el nuestro?
Poniendo al burro por delante, afirmo que no
tengo la menor idea acerca de quiénes son ni, mucho menos, cuáles son los
antecedentes u hoja de vida de los actuales integrantes del, pomposamente,
llamado legislativo regional.
Apelando al aserto que sentencia “Por sus obras los conoceréis”, está más
claro que el agua que el pasado 2014 los
postulantes a presidir la región fueron muy poco escrupulosos al momento de
armar sus listas de candidatos a consejeros, salvo que la actual representación
sea el reflejo de nuestra realidad. Si así fuera - de lo que discrepo
absolutamente -, ya podríamos ir encomendando nuestras almas al Señor porque
estaríamos perdidos.
Los acontecimientos que se han venido dando a
partir de la “regionalización”, transformada,
luego del auto golpe de AFF y el interludio de los Consejos Transitorios de Administración
Regional (CTAR), en “departamentalización”,
tal y como está quedando confirmado por el deprimente espectáculo que viene
brindando nuestro Consejo Regional, aunque
nos duela, estaría demostrando que los piuranos no estamos capacitados para
auto gobernarnos.
Aunque sea reiterativo, a modo de
recordatorio señalaré un hecho indiscutible que estaría ratificando lo
expresado líneas arriba:
Mientras en Piura
contamos con dos formidables obras de infraestructura agrícola, Colonización San
Lorenzo y Sistema Chira-Piura, ejecutadas por organismos nacionales de gobierno;
con la “departamentalización” plenamente vigente y con César Trelles Lara a la
cabeza, fuimos incapaces de ejecutar la primera etapa del anhelado Proyecto del
Alto Piura, la cual, de haber imitado
nada más que a los lambayecanos cuando se llevaron nuestra agua del río
Huancabamba a las pampas de Olmos, hace varios años debería estar en servicio.
Siendo humano errar y pecar, no es admisible
el persistir en ello si, figurativamente, estamos constatando que la vida se
nos termina y nuestro destino será el infierno. Entonces, si, fatalmente, hemos
reincidido en votar con los pies durante los últimos procesos electorales,
ojalá el próximo mes de octubre seamos sensatos e inteligentes votando por la
única candidatura viable, la cual, estimado lector, la decidirá usted mismo
luego de espulgarlas.