¿MUNICIPALIDADES EN EMERGENCIA?
(Piura, 17 agosto 2018)
Luis Gulman Checa
Estando en boga la medida de declarar estado
de emergencia en instituciones públicas ante las fundadas sospechas de haber
sido infectadas por la corrupción, ola que acaba de arrasar al mismísimo
Ministerio Público, encargado nada menos que de defender la legalidad, los
derechos ciudadanos y los intereses públicos; me vino a la mente la siguiente
idea:
¿Acaso no sería
lógico declarar tal estado en la institución municipal, a nivel nacional, habida
cuenta no solo que la corrupción la
carcomió, sino que, además,
mayoritariamente muestra un desempeño calamitoso atentando contra la calidad de
vida de los peruanos?
La medida se torna más urgente/apremiante
cuando somos testigos de que, imitando a las hordas de Atila que arrasaban con
todo a su paso, en la hora actual, siguiendo los pasos de tales bárbaros, en
cada distrito y provincia del Perú han aparecido hordas conformadas por
personas, mayormente, con una mano atrás y otra adelante, en
alusión no solo a su condición económica sino también a sus nulos
antecedentes/preparación avaladores de que poseen idoneidad para el desempeño del cargo; ávidas
por abordar el sillón municipal.
¿Hienas hartándose en
la noche despedazando un cadáver en descomposición?
Ante el lamentable espectáculo que el
presente proceso electoral municipal nos viene mostrando y, reflexionando respecto a que si la situación
continuara tal cual permitiendo que las
municipalidades sigan siendo, mayoritariamente, botín o medio para saciar apetitos
divorciados del interés ciudadano, le pregunto, estimado lector, si estaría de
acuerdo con la siguiente medida:
Declarar en
emergencia el sistema municipal del país sometiéndolo a minucioso escrutinio a cargo tanto del Ministerio
Público (reformado y bendecido) como de la Contraloría General de la República, también robustecida y
moralizada. Finalmente, por plazo indeterminado, queda en suspenso el proceso electoral en
marcha.
Señor Dios Nuestro, por favor:
Propínale una
patadita a Martín Vizcarra para que acoja la idea.