LLORAR SOBRE LECHE DERRAMADA

(Piura, 22 septiembre 2019)

Luis Gulman Checa

Recién terminé de leer el editorial de SEMANA de “El Tiempo”: LA REGIÓN PIURA NO ESTÁ PARA MECIDAS, auténtico y postrer lamento ante el incalificable error perpetrado por el electorado piurano el mes de octubre del año pasado, cuando tuvo a su disposición a un candidato a gobernador con grandes merecimientos, como Jhony Peralta Cruz, quien, entre otros antecedentes, mostraba los siguientes:

·         Funcionario público
·         Concejal por Piura
·         Reelecto congresista de la República
·         Presidente de la Comisión de Economía del Congreso
·         Gracias a él, entre otras obras, se construyó la carretera Chulucanas-Tambogrande
·         Etc.

Sin embargo, los electores fueron tan pero tan……   (elija usted el calificativo, estimado lector) que en la primera vuelta lo descartaron, para, finalmente, elegir al actual gobernador cuyo nombre omitiré en el futuro y, obviamente, directo responsable del descalabro que azota  la región.

Sin embargo, reflexionando, deberíamos inquirirnos lo siguiente:

¿Será el actual gobernador el responsable o, por lo contrario, fueron los  medios de comunicación, los cuales, por razones insondables, se lanzaron con uñas y dientes contra la candidatura de JPC desinformando al  electorado que terminó endilgándonos al absolutamente incompetente  que ahora nos gobierna?

En conclusión, clara y francamente, los verdaderos responsables del descalabro que vivimos (Sería imaginable mayor irracionalidad que encargar a la súper incompetente municipalidad provincial de Piura construir defensas en el río Piura) son los medios de comunicación, los cuales,  estando claro hasta para un ciego la abismal distancia que separaba a JPC de todos los demás candidatos (quienes tenían que levantar la vista si querían verlo), en vez de apoyarlo poniendo por delante el bienestar de todos los piuranos, sabrá Dios porqué torvos y/u oscuros intereses; usaron sus baterías para destruirlo.

Así, entonces, al editorialista le recuerdo el precepto bíblico:

Se cosecha lo que se siembra.