EL PERÚ PARECE UNA TÓMBOLA

 

(Piura, 19 octubre 2020)

 

Luis Gulman Checa

 

Apreciando la espeluznante  cantidad de aspirantes a asumir la presidencia de la República, se me revelaron las tómbolas, infaltables en las   kermeses dominicales de antaño  organizadas para recaudar fondos con fines humanitarios. En aquéllas se sorteaban gran cantidad y variedad de premios, incluidos muñecos o peleles,  como bien merecen calificarse muchos de los actuales aspirantes a ocupar la Casa de Pizarro. Así, la mayoría de ellos, emulan a quienes antaño babeaban en las tómbolas en espera del premio.

 

El panorama pre electoral es una clara y lamentable demostración de la pérdida de la vergüenza y del sentido común que ha hecho presa de la mayoría de quienes, jocosa y/o ridículamente,  se autodenominan “presidenciables”.

 

Señor, por favor, hazlos recapacitar sentándose frente a un espejo y realizando un severo Examen de Consciencia.

 

Me pregunto qué estará pensando la inefable Martha Chávez tras haber menospreciado/basureado a Bolivia, según ella por los rasgos andinos de la mayoría de sus habitantes, cuando, demostrando ubicarse años luz delante de nosotros, acaba de realizar elecciones generales con solo SEIS CANDIDATOS.

 

Por lo menos, con absoluta seguridad,  estableceremos un nuevo récord mundial - luego del insuperable implícito en la larga  serie de presidentes de la República presos y/o procesados y/o huidos y/o auto eliminados -, por cuanto, de concretarse la participación de todos los “partidos políticos” con inscripción vigente, como tendrían que hacerlo por ley si no quieren desaparecer automáticamente (aunque desaparecerán igualmente al no superar la valla electoral), no dudo que nos convertiríamos, figurativamente, en el circo  con mayor número de payasos en el mundo entero.

 

Estando claro que si nuestros  “políticos”, desde la independencia, hubieran sido dignos de merecer tal calificativo, el Perú sería un paraíso y nosotros, los peruanos, la envidia del mundo, pero, siendo cierto que la realidad estuvo muy lejos de tal sueño, diría que la Política en el Perú fue infectada por las plagas m/m normales y recurrentes en el mundo entero. Sin embargo, hubo un punto de quiebre en el que se convirtió en purulenta, demostración de lo cual, fatal y desgraciadamente, está en  nuestra historia de las últimas décadas.

 

Así, entonces, emulando a Zavalita, pregunto:

 

¿Cuándo diablos se corrompió al extremo la Política en el Perú?

 

Pensar que de haber estado en manos de personas idóneas y de bien, es decir, si  no obligadas a dar la vida en pro de la patria y sus compatriotas como, por ejemplo,  Miguel Grau o francisco Bolognesi; sí rompiéndose los lomos por cumplir con el deber que voluntariamente asumieron enmarcados en la más acrisolada honradez y buena voluntad, en la hora actual estaríamos muy lejos de ser, como lo estamos siendo, el hazmerreír del mundo.

 

Termino con un ruego a Dios:

 

¡Por favor, regálanos un presidente cuya única aspiración no sea llenarse los bolsillos saqueando el erario!