R E F L E X I O N E S

 

(Piura, 10 octubre 2020)

 

Luis Gulman Checa

 

Las redes sociales - tan igual como el mar que está contaminado con desperdicios de toda laya pero aún alberga maravillas dignas de los dioses, como langostas y meros -, entre la abundante  basura que contienen, eventualmente muestran relevantes apuntes dignos de ponerlos en un cuadro:

 

Rafael Rey, el Richard Swing de Keiko Fujimori.

 

¡Cuánta verdad implícita en comentario tan sucinto e irreprochable!

 

El citado personaje - quien también ejerció de  ministro de AGP, lo cual no es una crítica sino un mero recordatorio -, dejando como un chancay de a medio el monto cobrado por el inefable “cuchillo” de Martín Vizcarra, Richard Swing, viene disfrutando desde años atrás de un sillón en el Directorio del Banco Central de Reserva - dádiva concedida, evidentemente, por la citada Keiko -, lo que le permite recibir, mes a mes, la suma de S/. 48,000.00.

 

Este hecho deviene en una raya más al tigre de la irracionalidad imperante en nuestro rapiñado Perú. ¿Por qué? Por cuanto,  cargos tan trascendentes   como el que, irracional e injustificadamente ocupa Rafael Rey, debieran ser cubiertos por intachables y reconocidas personalidades cuya ejecutoria, de vida y profesional, las hiciera dignas y merecedoras de ello, con el agregado, dado su estatus, que los desempeñarían en calidad de ad honorem.

 

Digresión:

 

Confirmando lo grave que es la pandemia de la rapiña que nos viene afectando desde años atrás, sin que exista mascarilla alguna que le ponga coto, recordé la primera vez que integré el directorio de un ente estatal: sucedió el año 1986 en el Proyecto Especial Chira Piura con una dieta de S/. 00.00. Sin embargo, desde que la entidad cayó en las garras del GORE, cuando las mismas eran las de César Trelles,  fueron remuneradas con una UIT mensual. Asimismo, durante mi paso por el directorio de ENO S.A., a inicios de los 90 del siglo pasado, el monto de la dieta ascendía a S/. 450.00.

 

Preguntémonos:

 

Qué hecho deviene en más punible y vergonzoso, ¿la muy probable inconducta de haber contratado al citado Swing o contaminar un cuerpo tan trascendente con un ignaro en la materia con el propósito de engordarle el bolsillo con un potente e inacabable chorro de billetes?