INACEPTABLE DISCRIMINACIÓN
(Piura, 22 octubre 2020)
Luis Gulman Checa
En varios barrios/zonas de nuestra ciudad se ha
organizado una masiva protesta contra la llamada “profesión más antigua”, la prostitución, solicitando su
erradicación aduciendo ser generadora del caos además de propender a
incrementar los asaltos. (?)
Lo primero que me vino a la mente fue que si
tal pedido se concretara, un gran número de personas, de ambos sexos debido a
la proliferación de “putos”, quedarían desamparadas y sin ingresos, situación que
sí ayudaría a incrementar caos y asaltos habida cuenta que tendrían que rapiñar
para subsistir.
Ahondando un poco más, me pregunto qué
actividad es más caótica: ¿la tranquila, reservada y silenciosa de quienes prestan los, también llamados,
servicios sexuales o el desmadre desatado por los cuchocientas mil
motociclistas, zurrándose en dispositivos legales que los proscriben, prestando
servicio de transporte de personas?
Si usted, estimado lector, profundiza el
análisis, hallará muchas otras actividades y/o grupos de personas que generan
mil veces más caos y problemas que quienes, por obvias razones, desempeñan sus
tareas con “bajo perfil”.
Comparemos, por ejemplo, a las también llamadas
“trabajadoras sexuales”, con los auténticos mal nacidos organizados en bandas
para extorsionar a los responsables de ejecutar obras de infraestructura
exigiéndolos “cupos”, es decir, extorsionándolos para no atentar contra su
propia vida. ¿Acaso, frente a estos reales delincuentes, las prostitutas no
devendrían en mansas palomas?
Tampoco podemos pasar por alto que estas personas
no andan chaveta o pistola en mano acogotando fulanos para que hagan uso de sus
servicios, limitándose a esperar, paciente, solapada y calmadamente, a quienes,
libre y voluntariamente, acuden a ellas en busca de satisfacer deseos propios
de su naturaleza, la cual, no lo olvidemos, tiene origen divino.
Cambiando de cristal, preguntémonos si el hecho
de ser prostituta es, necesariamente, demostración palpable que tal ser es un engendro
de Satanás o consecuencia de tropiezos o infortunios que debieron afrontar por
circunstancias de las que fueron víctimas.
Finalmente, el mismo medio difusor de la
noticia comentada, nos dice que Francisco, el Papa, apoya la unión civil para
homosexuales. Entonces, si el representante de Dios en la tierra bendice una
unión sin antecedentes bíblicos, ¿qué autoridad tienen personas de a pie, como
los citados protestantes, para condenar
actividad tan necesaria y antigua como el hombre?