M.M. TIENE EN JAQUE AL PAÍS
(Piura, 02 octubre 2020)
Luis Gulman Checa
¿Acaso nuestros Cristos
de octubre, el Morado y el Cautivo, unieron fuerzas para traernos a la rediviva
Marilyn Monroe para disfrute de nuestra vista y multitudinario solaz y jolgorio
a lo largo y ancho de la patria?
¡Ojalá así hubiera sido! Pero no. La M.M. del
epígrafe es Mirian Morales, quien hasta pocos días atrás fuera persona de
extrema confianza del presidente de la República y, al resultar comprometida
con una fabulosa estafa al erario, al extremo que puso las finanzas públicas al
borde del colapso, renunció o fue “renunciada” (no lo tengo claro) de la mano
de otra fémina, ambas ancladas en la Casa de Pizarro, y también de extrema confianza
del mandatario.
La magnitud de la confabulación que lideró
nuestra M.M., feliz y oportunamente puesta al descubierto por nuestros
acuciosos “sabuesos”, quedó ratificada ante el tremendo despliegue informativo que
asoló nuestro país esta madrugada: todos los canales daban cuenta de su
detención, extrayéndola de su alcoba, como sucedió también con varios otros
integrantes de la pútrida red que había armado para asaltar el erario. Todos
ellos, a Dios gracias, debido al celo y pulcritud del Ministerio Público, Poder
Judicial y entes especializados de la Policía Nacional, fueron detenidos en sus
domicilios cuando estaban en brazos de Morfeo y, por largos 07 días, estarán a
disposición del fiscal encargado de dilucidar las características y agravantes
de sus delitos como también su destino inmediato: cana o casa.
Es natural y justificado que en un país como el
nuestro, copia y calco del Paraíso Terrenal, donde con justicia puede decirse
que la vida discurre como un plácido sueño, faltas como la imputada a nuestra
M.M., originen tan fenomenal revuelo, al extremo que la pléyade de reporteros
ansiosos por difundir la información, semejaban una jauría de hienas
hambrientas tras un suculento bocado.
Cambiando de cristal y de tono, pero amparado
en el caso expuesto líneas arriba, unas reflexiones dedicadas a quienes integran
ambos organismos, Ministerio Público y Poder Judicial, en nuestra tierra:
Piura.
¿Será posible que tan lúcidos
magistrados no tengan conocimiento ni hayan oído comentario alguno o leído informaciones dando cuenta del brutal
y desmesurado robo al erario implícito en la gestión del Proyecto Alto Piura,
frente al cual el imputado a M.M. devendría en
míseras pesetas?
Deviene en incalificable y punible la abulia
manifestada por tales magistrados, agravándose su falta por cuanto, su extrema
dejadez, ha convertido a Piura en campo
propicio para asaltantes y rateros llenándose los bolsillos a costa de la
apatía y/o estupidez de los piuranos.