ERRANDO PRIORIDADES
(Piura, 03 octubre 2020)
Luis Gulman Checa
¿Acaso no deviene del más elemental sentido común que si una persona aquejada de diabetes recibe un
disparo de revólver en el pecho, a pocos centímetros del corazón, antes que
preocuparse por su congénito mal hay que parar la hemorragia para que llegue
con vida a la emergencia hospitalaria?
Siendo la respuesta obvia para cualquiera m/m
pensante, debería generar preocupación entre la opinión pública el énfasis que
los medios vienen prestando a la “bendita” solución integral del río Piura,
referida a que Piura y el valle Bajo jamás vuelven a ser destruidos, como sucedió el fatídico y aciago 2017,
cuando nuestra ciudad quedó en ruinas
y el valle arrasado. Pero, dirá usted, estimado lector, ¿se le habrán “cruzado los chicotes” a este individuo que
no percibe el atroz y latente peligro implícito en las futuras descomunales
avenidas del río?
Retomando el párrafo inicial, mientras tales avenidas representan la diabetes, la
atroz sequía que nos amenaza equivale al disparo cercano al corazón, en
consecuencia, otra vez el sentido común debería hacernos dirigir la mirada a
esta real y actual EMERGENCIA, más aún cuando un simple análisis de las
estadísticas indican que los años con presencia de “El Niño” ocurren muy de vez
en cuando. Ejemplos: 1953 – 1965. 1983 – 1998, por lo que hay tiempo de sobra
para procurarle su descarga libre al río Piura al mar, obvia y razonable
primera medida a tomar, especialmente cuando ya desapareció la causa real de
los daños del 2017: el estrechamiento del cauce en el puente Independencia.
Agravando esta inversión de prioridades, los
estudiosos del clima HAN ANUNCIADO UNA “NIÑA” PARA EL 2021, es decir, un año
SECO. Entonces, si los reservorios están muy bajos; los aportes que vienen
recibiendo son ínfimos; la poca agua almacenada se viene tirando/desperdiciando
en cultivos de arroz, ¿qué futuro les espera a los permanentes desarrollados
durante los últimos años en áreas no consideradas inicialmente como de
expansión pero que vienen demandando gran cantidad de mano de obra, es decir,
generando trabajo para la gente del campo, además del ingreso de divisas debido a las exportaciones?
Supongamos que la presente llamada de atención
cayera en oídos sordos y se siguiera tirando la poca agua regulada. ¿Cuál sería
la situación el próximo enero cuando las descargas del río Chira ni siquiera
alcancen para atender la demanda del valle - reitero haber sido testigo de la
pérdida de almácigos de arroz, en la
década de los 60 del siglo pasado, por cuanto
el caudal del río era tan pobre que las bombas no podían captar agua -,
y el Canal de Derivación quede seco?
Por si algún despistado adujera que el río
Piura podría salvar la situación, hago notar que en años secos, como sería el próximo, hasta los moradores de las partes
altas de los afluentes del río Piura son azotados por la sed.
Señores directores de los medios:
Abran los ojos, pongan
por delante los intereses de Piura y los piuranos y dejen, de una vez por
todas, de apoyar a los pícaros y/o ignaros que, tratando a los piuranos como
débiles mentales, vienen haciendo de las suyas con “obras”, como las defensas
frente a la ciudad, insultantes para el sentido común.