PIURA ANTIGUA: CIUDAD EN RUINAS

 

(Piura, 01 octubre 2020)

 

Luis Gulman Checa

 

¿Qué maldición habrá caído sobre Piura para que, sin haber sido asolada por guerras o terremotos, cundan por doquier casas que habiendo sido  señoriales, entraron en un proceso de deterioro al  extremo de haber devenido en patéticas y abandonadas ruinas o, peor aún, en terrenos baldíos?

 

Siendo esta una plaga maldita, curiosamente, solo uno de tales inmuebles es señalado permanentemente, oyéndose voces y opiniones respecto a la urgencia por rehabilitarlo devolviéndole su antigua prestancia, especialmente por lo que significó y albergó: el Colegio San Miguel.

 

Digresión:

 

Lo espantosa condición de tal inmueble es otra demostración palpable de la dejadez, inoperancia y absoluta incapacidad de las “autoridades” piuranas, pues, una tarea que debió cumplirse mucho tiempo atrás y en un santiamén, se les hace más difícil  que los trabajos de Hércules.

 

Pero, preguntémonos cuál habrá sido la razón para que tantas casas, que por su condición y características requerían recibir mantenimiento permanentemente, fueron quedando abandonadas y a su suerte hasta convertirse no solo en inhabitables sino en peligro inminente para los transeúntes ante el peligro de desplomarse.

 

Cuando me desplazo  por las aceras del centro de la ciudad con la vista clavada en el suelo para no despatarrarme,  al llegar a una esquina alzo la vista y me topo con estas construcciones o terrenos tirados y me pregunto:   ¿será justo y/o aceptable que los propietarios, demostrando absoluto falta de respeto para con Piura y los piuranos y zurrándose en el ornato de la ciudad, no muevan ni un dedo para restaurarles la prestancia que un día tuvieron?

 

Me viene a la mente uno de los supuestos principios/argumentos justifica torios de la malhadada Reforma Agraria, referente a que las tierras agrícolas no explotadas o abandonadas, serían confiscadas/expropiadas como  primera medida; llevándome a la siguiente reflexión:

 

Si tal argumento sonaba lógico y razonable para la citada reforma, ¿acaso no lo sería mucho más aún en el caso de los inmuebles abandonados por el peligro que significan para despistados peatones cuando colapsen y/o los terrenos baldíos refugios de delincuentes?

 

Respetando el principio que no vale criticar sin proponer soluciones, planteo la urgencia por legislar en el siguiente sentido:

 

Otorgar plazo prudente y perentorio al propietario para  proceder a la rehabilitación del inmueble o utilización del terreno baldío.  De no hacerlo, cualquier interesado, previa y debidamente calificado, tomará posesión  con el compromiso de devolverle al inmueble su antigua prestancia y mantenerlo indefinidamente en tales condiciones y, en el caso del terreno para edificar  acorde con el medio.

 

¿Y la compensación para el propietario? Podría copiarse el esquema utilizado en la ya citada Reforma Agraria.