“ESTRELLAS” TUMBESINAS

 

(Piura, 23 noviembre 2020)

 

Luis Gulman Checa

 

La tierra de las maravillosas conchas negras acaba de regalarnos dos rutilantes estrellas iluminando el firmamento. La primera, desgraciadamente, fue efímera, pasando cual soplo por la presidencia de la República, pero, ahí no más, al toque, apareció otra, quien, usurpando prerrogativas divinas, se comprometió con los reclamantes agricultores sullaneros a librarlos de sus angustias:

 

Gestionará la dotación de agua para cultivos y consumo humano.

 

Se trata del congresista don Napoleón Puño Lecarnaqué (accedió al Congreso  integrando la lista del partido propiedad de César Acuña)  quien, valientemente, se presentó en la asamblea llevada a cabo en la plataforma de la represa de Poechos por las diversas asociaciones agrícolas “cuyos derechos vienen siendo conculcados por las grandes empresas agro exportadoras”, es decir, grosera y escandalosamente, estos  engendros de Satanás, disfrutarían del agua disponible arruinando a los pequeños y medianos agricultores.

 

Lo grave es que todos los disparates manifestados en la citada asamblea (los señalados son una ínfima parte) fueron difundidos por RAÏCES, revista agrícola de la región Piura, hecho que debería obligar a las autoridades competentes a poner las barbas en remojo, pues, quien sea el responsable de propalar mentiras tan absurdas y escandalosas, de ninguna manera puede considerarse un peruano de bien llegando a pisar los linderos de la traición a la patria.

 

¿Acaso afirmo que las referidas empresas son puras e inmaculadas al extremo que, casi, fueron concebidas/auspiciadas por el Espíritu Santo? Jamás de los jamases, sin embargo, hace varios años que operan sin que hayan sido señaladas de hacer uso indebido del agua regulada en perjuicio de los pequeños y medianos agricultores,  ni, menos aún, responsabilizadas de originar graves sequías. Entonces, ¿cuál fue el detonante que gatilló este bárbaro ataque contra  empresas que desde años atrás vienen dando trabajo bien remunerado a decenas de miles de trabajadores?

 

La estúpida decisión de plantar una segunda campaña de arroz (cultivo que no debería recibir agua regulada) no solo estando inmersos en una grave sequía, sino, peor aún, con muy claros indicios y pronósticos que el 2021 será seco de solemnidad. Así, los reservorios se vaciaron y los agricultores, quienes se pusieron la soga al cuello,  reclaman “como mujeres lo que no supieron defender como hombres” cuando sus ¿compañeros?  llevaron a cabo la segunda campaña.

 

Siendo justo y realista, me pregunto qué sucedería o qué derroteros seguiría la “guerra” si surgiera un nuevo ejército defendiendo sus derechos:

 

Las decenas de miles de personas que ya quedaron y seguirían sin empleo porque sus patrones, ¿los engendros de Satanás? que sí le sacan el jugo al agua, quedaron en seca por la estúpida siembra de arroz.