CAYÓ EL PEJE  SAPO: ¿Y LA BALLENA Y LA ANGUILA AMARILLA?

(Piura, 07 febrero del 2017)

Luis Gulman  Checa

¡Qué ilusos fuimos los peruanos cuando irrumpió el “Cholo sano y sagrado”  creyendo que nuestro asolado y siempre asaltado Perú, por fin, se libraría del cáncer de la corrupción!

Para acrecentar nuestra vergüenza y decepción  y a pesar que casi apenas aupado al poder mostró sus sucias garras (MAFIOSA CONCESIÓN DE OLMOS), tuvieron que llegar del Brasil las pruebas de la ¿congénita? corrupción de Alejandro Toledo,  reconfirmando       que el Perú no tiene remedio.

Hagamos memoria  retrocediendo al episodio relacionado con la negativa, del entonces presidente de la República, a reconocer una hija. Estimado lector, le pregunto a usted:

¿Cree que en un país auténtico se hubiera permitido que un individuo de tal catadura se mantuviera en el cargo?

Sin embargo,  no solo se mantuvo sino que, en su calidad de ex, abruptamente,  reapareció haciendo adquisiciones inmobiliarias millonarias (demostrando que el excesivo consumo de alcohol le había destrozado las neuronas, es decir, embrutecido) no solo sin poder explicar el origen lícito de los recursos empleados sino, peor, variando sus versiones/explicaciones con la misma velocidad que en Piura nos cambiamos de camisa.

Ante tan evidente/innegable demostración de que, en el ejercicio del cargo, se había enriquecido recibiendo sucios dineros, ¿cuál fue la actitud tanto del Ministerio Público como del Poder Judicial (diligentes tratándose de Ollanta y Nadine) y, también, del propio Congreso tan ágil últimamente metiéndose donde no le corresponde?

Cero. Nada. Optaron por “dejar hacer, dejar pasar”. Se hicieron los cojudos (salvo que de verdad lo sean)  igual como actuaron ante el robo de COMUNICORE a la MML, con la obvia intención que el tiempo nos hiciera olvidar tan evidente prueba de la corrupción del ex.

Digresión: Otro baldón acabamos de recibir: los “angelitos” que asaltaron a la MML, gracias a la prescripción, igualita a la que se acogió AGP, han quedado libres de “polvo y paja” ¡Qué asco!



Pero ello no quedó ahí, pues a pesar de que, en el acto, debió ser enjuiciado y apresado, tuvo la osadía de postular en las pasadas elecciones generales a la presidencia de la República, obviamente, con la venia y el apoyo de una serie de personajes indescriptibles que, ahora, sin duda haciéndose los sorprendidos, recién denostan de su ex adorado cholo sano y sagrado.

Sugiero, cuando están de moda las concesiones y APPs, poner en práctica alguno de estos mecanismos con el Brasil o los Estados Unidos, o con ambos, para que sus sistemas judiciales se encarguen de librarnos de todos los rateros que - libre, voluntaria y democráticamente -  elegimos en el pasado para conducir distintas instancias de gobierno. Solo así tendremos la seguridad que los trúhanes de todo jaez, tamaño, peso y color,  serán desenmascarados tan igual como ya sucedió con Alejandro Toledo.