PLAGA DE MOSCAS: ¿EL RÁBANO POR LAS HOJAS?

(Piura, 17 febrero del 2017)

Luis Gulman Checa

Siguiendo con la moda imperante de clamar/suplicar/rogar al Gobierno Central declarar en emergencia a Piura sea por sequía, lluvias o porque algún pitoniso auguró que nos encontramos ad portas de un terremoto, ahora clamamos por emergencia sanitaria ante el  exceso de volátiles.

Otra de las fatales/malditas consecuencias de las nefasta lluvias es la incontenible plaga de moscas que traen consigo,  al extremo que, al hablar, corremos el riesgo de tragárnoslas. Así, pues, las lluvias no solo destruyen carreteras, colegios, casas, cultivos, etc., pues  también  nos amargan la vida obligándonos a lidiar con bichos tan repugnantes.

El párrafo anterior está en consonancia con quienes achacan a las lluvias la interminable serie de calamidades que, en stricto sensu,  sufrimos, única y exclusivamente, por estúpidos, omisos, cochinos y/o supinamente ignorantes al vivir, entre muchísimas otras lacras, en medio de la basura.

¿Quién no sabe que la basura es a las moscas como la miel a los osos?

Entonces, las lluvias no son responsables por la proliferación de moscas sino  nosotros por sucios y salvajes  viviendo  rodeados de basura que es el hábitat natural de las moscas, la cual, al humedecerse, se pudre, fermenta o lo que fuere volviéndose mil veces más atractiva/nutritiva para tan desagradables dípteros coadyuvando a su imparable proliferación y nuestro consiguiente tormento.

Digresión: Pocos días atrás leí en una edición de “El Comercio” la entrevista a un ciclista, a su paso por Lima,  empeñado en recorrer la carreta panamericana desde Alaska hasta el Cabo de Hornos. ¿Qué afirmó el entrevistado? “El Perú es el país más sucio que he visto hasta ahora, todo lo contrario de Colombia y el Ecuador”.

Entonces, estimado lector, aunque nos duela, podemos afirmar que somos sucios/asquerosos congénitos como queda demostrado cuando seres con apariencia humana - pero menos cerebro que un mosquito -, arrojan como si nada basura de toda clase a los canales que llevan agua de riego.

¿Acaso no es imperativo que los fumigados seamos los humanos?