DESASTRES INVENTADOS
(Piura, 25 febrero del 2017)
Reconfirmando que los piuranos somos
imitadores de la gata Flora - como precisé en artículo anterior -, llorando y
quejándonos por igual si somos bendecidos por la lluvia o azotados por la
sequía; nuestros hombres de prensa se han empecinado en inventar una nueva
categoría de desastre achacable a las lluvias:
ÁRBOLES CAÍDOS.
No, señores periodistas, ninguna lluvia, por
fuerte que sea, derriba un árbol, como tampoco trae abajo una casa o un colegio
ni, menos aún, arrastra un vehículo. Quien realmente es el responsable de que
tales hechos sucedan es el hombre, único y auténtico responsable de que los
árboles no sean adecuadamente conducidos y podados; de edificar casas y
colegios pésimamente ubicados y peor construidos; y para colmo, también hay
unos cuantos bestias/salvajes que se
lanzan conduciendo un vehículo en torrentes naturales consecuencia de las
precipitaciones.
Siendo el tema la caída de árboles - irrita
la supina falta de criterio de achacarle tan lamentable situación a las lluvias -, debemos aprender la lección
y entender que un árbol es como un niño:
Desde su nacimiento,
ambos requieren ser tratados con cuidado y esmero, lo que, en el caso de los
algarrobos, implica conducirlos para que crezcan erectos, como también podarlos
para que las copas sean balanceadas.
Así como
son ínfimas las probabilidades de que un niño bien criado, estimado,
orientado y conducido resulte, de adulto, un delincuente; también es sumamente
improbable que un árbol que recibió la atención y el cuidado necesarios, sea
derribado por lluvia alguna.
Para confirmar lo dicho, acérquense al acceso
principal del Club Grau de nuestra ciudad y observen los dos centenarios y
formidables algarrobos que flanquean la entrada y verán que ninguna lluvia, por
prolongada y copiosa que sea, podría traerlos abajo.
En consecuencia y finalmente, señores
periodistas, vuestro mensaje, en vez de calamitoso, debería ser el siguiente:
Señores, aprendamos
la lección gratuita que la naturaleza está impartiéndonos, cuidemos y preservemos el medio ambiente plantando,
guiando y podando nuestros árboles
permanentemente.