LOS MUERTOS VIVIENTES
(Piura, 10 mayo 2017)
Luis Gulman Checa
¿Qué probabilidades
tenemos, como país, de salir
adelante cuando los cadáveres políticos, por más muertos
y enterrados que estén, vuelven a salir
a la luz utilizados - por turbios, bajos y punibles apetitos - cuando les conviene
a los medios para apoyar sus sucias campañas, olvidando, conveniente y
vergonzosamente, los asquerosos
antecedentes de tales resucitados?
Recuerda usted,
estimado lector, ¿quién es OMAR CHEHADE?
Rememore que este pícaro y redomado sinvergüenza empezó a delinquir
antes de asumir formalmente el cargo de primer vicepresidente de la República
del Perú, es decir, como reemplazante de Ollanta Humala, al extremo que tuvo
que renunciar al cargo.
Sin embargo,
confirmando la absurda/inexplicable situación del orden legal imperante, tal
persona, comprobado delincuente, sí conservó su condición de congresista. Pregunta elemental:
¿Cómo
diablos pudo, quien fue echado del citado cargo por corrupto, continuar siendo congresista?
La primera conclusión a
la que ello nos lleva es que, para desdicha y deshonra del país, el Congreso
Nacional, que debiera ser el súmmum de la crema y nata de la sociedad bajo
todos sus aspectos, ha devenido en una pestífera cloaca.
Para vergüenza de la
prensa peruana, la edición de la fecha del diario “Perú.21”, en su página
central, publica una amplia entrevista
nada más ni nada menos que al citado probado delincuente, OMAR CHEHADE, haciéndolo aparecer como
impoluto acusador, cual moderno Catón, de Ollanta Humala y Nadine Heredia.
¡El asco y
la vergüenza estarán abrumando a los peruanos de bien al constatar el nivel al
que descienden algunos medios con tal de lograr sus turbios, bajos y sucios
objetivos!
Recordemos que este
“diario”, m/m en sus últimas 15 portadas, se ha manifestado abiertamente por el
encarcelamiento de Ollanta y Nadine. Muy bien, si hubiera fundamento para ello,
por cuanto no tengo la menor duda que no han de ser ángeles ni santos,
pregunto:
¿Cuántos
exgobernantes y funcionarios, mil veces menos santos y ángeles que los citados,
deberían haber sido apresados y condenados antes que ellos, recordando que
Ollanta, no ha huido del país ni, menos aún, renunció al cargo de presidente
remitiendo un fax?