(Piura, 27 mayo 2017)
Luis Gulman Checa
El mantenimiento
es una práctica insustituible/imprescindible para que los bienes y
estructuras se conserven, no se
destruyan y, en consecuencia, sean útiles indefinidamente o por largo tiempo.
Ejemplo clarísimo,
por negación, de lo señalado:
Los
“cementerios” de vehículos y maquinaria, en edad útil, propiedad del Gobierno
Regional, Municipalidades, PNP, etc., tirados y abandonados en canchones por
FALTA DE MANTENIMIENTO.
Digresión: Tal
situación, ¿no debiera acarrear responsabilidad para quienes obviaron mantener
adecuadamente equipos y maquinaria?
Otro ejemplo, triste,
lamentable y costoso (además de la gran cantidad de vehículos propiedad de
entidades públicas circulando en estado calamitoso) lo tenemos en la
destrucción del sistema de riego de la que fue modelo mundial: la Colonización
San Lorenzo. Lástima que los medios de comunicación, tan prestos y raudos ahora
para exigir
perentoriamentese mantengan los puentes, no expresaran similar
inquietud a lo largo del más del medio siglo en el que fue abandonada.
Los puentes - me
refiero a los tradicionales, vetustos y clásicos construidos a lo largo y ancho
de la tierra sostenidos sobre cimientos profundamente clavados/enterrados en el
suelo - tienen dos componentes: el visible y el invisible. Mantener el primero
es muy sencillo bastando con conservarlo limpio y pintado. Sin embargo, ¿cómo y
qué mantenimiento puede dársele al corazón del puente que es invisible
y está bajo tierra?
Hagamos memoria
remontándonos a los primeros puentes (que el suscrito recuerde) construidos en
el departamento: Sánchez Cerro en Piura y Ñácara en Chulucanas, ambos por la
contratista Flores y Costa, los cuales, luego de los FEN de 1983 y 1998 más el
reciente episodio, siguen ahí firmes y enhiestos y jamás fueron objeto demantenimiento
como el ahora cacareado.
Sin embargo, cuando
las estructuras lo indican sí es necesario hacer mantenimiento, como quedó
patente con el hecho que haré recordar:
Durante el
FEN de 1983, el pilar izquierdo del puente Ñácara, sufrió un hundimiento de m/m
50 cm, quedando, sin embargo, enhiesto y
en servicio peatonal. Calmadas las aguas se le hizo el MANTENIMIENTO necesario:
se levantó la plataforma a su nivel original por medio de gatas hidráulicas y
se incrementó la altura del pilar.
Señores de los
medios:
No sean
ingenuos y dejen de hacerles la “camita”a los EXPERTOS ansiosos por ganarse alguito.