NECESITAMOS ELEGIR COMO EN EL MUNDO
DESARROLLADO
(Piura, 16 mayo 2017)
Luis Gulman Checa
Mucho se está hablando
y escribiendo sobre las modificaciones tanto a la regulación y ordenamiento de
partidos políticos como a los procesos electorales como tales, sin dejar de
lado el tema de tentar la reelección.
Sin embargo, es
sorprendente que ni uno solo de los doctos y sabios en estos temas,
cuyas opiniones son constantemente divulgadas en los medios de toda laya, ni
uno solo, reitero, se haya referido a un aspecto fundamental:
Constituyendo
un DERECHO ciudadano ELEGIR y ser
elegido, no logro entender cómo ni porqué nadie se ha manifestado a favor de
eliminar la absurda/irracional/antidemocrática OBLIGACIÓN DE VOTAR.
El simple sentido común
nos revela que, siendo los DERECHOS
CIUDADANOS sagrados/intocables/inviolables, también el ciudadano tiene el “derecho”,
valga la redundancia, de ejercerlos cuando lo desee, ergo, deviene en una burda
violación de los mismos obligarlo a
votar cuando ello no le interesa ni considera le incumbe o, por último, no
quiera hacerlo.
Comparemos el citado
derecho con el de la libertad de opinión:
¿Acaso no
sería estúpido/absurdo/ irracional legislar disponiendo que los ciudadanos ESTÉN
OBLIGADOS a opinar por escrito - semanal, mensual o anualmente -, por ejemplo,
respecto al desempeño de sus respectivas autoridades locales?
Creo haber leído en
alguna oportunidad un comentario referido a que, si se aboliera la
obligación de votar, “se correría el riesgo de que la asistencia fuera
muy pobre y los elegidos no serían representativos”. Pregunto:
¿Cuántos
“electores” peruanos venden su voto a cambio de una lata de leche, un kilogramo
de arroz o de azúcar?
No dudo que la
eliminación de la obligatoriedad del voto sería un formidable paso adelante en la elección de mejores personas. Asimismo,
tengo la plena seguridad que quienes tiene la potestad/responsabilidad de así
disponerlo, no lo hacen por cuanto, sabedores de su mediocridad/incapacidad,
requieren que todos los peruanos estén obligados a acudir a las urnas so pena
de multa, es decir, saben que su permanencia mamando de la ubre del Estado, requiere,
necesariamente, que continúen votando ciudadanos totalmente desinformados.
Recordatorio:
Aquí nomás, en Chile y Colombia, el voto es
voluntario.