APAGANDO INCENDIOS
(Piura, 20 julio 2017)
Luis Gulman Checa
Desde muchos años atrás, m/m 20, en el
distrito de Castilla funciona un terminal terrestre al servicio de las líneas
de transporte que conectan las provincias de Morropón y Huancabamba con la
capital departamental, el que, mayormente, nunca recibió objeción alguna.
No obstante, pocos días atrás, según
informaron los medios, en el patio de maniobras una mujer perdió la vida al ser arrollada por
un ómnibus en proceso de estacionarse.
Quién habrá sido el
responsable de tal accidente, ¿la occisa o el conductor?
Sin duda, ante tan lamentable hecho, el día
de ayer el terminal fue CLAUSURADO por varias observaciones señaladas por nuestras
inefables y siguientes autoridades, reunidas como un solo puño:
·
La
Fiscalía de Prevención del Delito;
·
La
Inspectoría de la Oficina de Defensa Civil de la Municipalidad de Piura;
·
Inspectores
de la Subgerencia de Fiscalización de la Municipalidad de Castilla
Siendo obvio que tan multitudinaria y
coordinada acción fue una reacción al citado accidente, formulo la siguiente reflexión:
Por equidad y sentido
común, acaso estas mismas diligentes y preocupadas autoridades, ¿no debieran decretar la prohibición absoluta de circulación
de motocicletas a raíz de un occiso a
consecuencia del atropello por uno de estos peligrosísimos vehículos?
Respetuosa y didácticamente (para que
comprendan), me permito plantearles una sugerencia a las autoridades
responsables de la seguridad ciudadana:
El concepto clave que
debe guiar vuestras mentes, si desean cumplir leal y fielmente con vuestro
deber, es PREVENCIÓN, entendido, en este caso, como EDUCACIÓN, es decir, lograr
que las personas se comporten como seres pensantes y racionales.
Estimado lector,
¿Qué opinión le
merece un ser con apariencia humana que va por la vereda en el mismo sentido que
el tránsito vehicular e, intempestivamente, a pesar de ir hablando por su
teléfono celular, se lanza a cruzar la calle en diagonal sin mirar atrás?