¿SE ACHICARÁ LA “RECUA”?

(Piura, 21 julio 2017)

Luis Gulman Checa

La declarada Guerra Civil al interior de Fuerza Popular entre los dos “sucesores al trono” que ocupó Alberto Fujimori, roguemos y esperemos, para el bien del Perú y los peruanos, en especial de los más necesitados; culmine con la pérdida del control total, hegemónico y despiadado que, hasta ahora, ha ejercido Keiko sobre la mayoritaria bancada congresal que logró la agrupación.

En los últimos tiempos, luego de su segunda derrota en las urnas, ha sido común que entendidos, expertos, opinólogos y politólogos justificaran/explicaran, cual reacción natural, justa y humana, la forma como el “arriero”, Keiko, guiaba su “recua”, imitando a los cuadros de Sendero Luminoso que antaño dinamitaban y mataban personas inocentes en todo el ámbito del Perú o, también, a las hordas invasoras del ¿hermano? vecino del sur que el siglo antepasado asoló y saqueó al Perú al encontrarlo con los pantalones abajo; haciéndonos creer que, como estaba con la sangre en el ojo, era natural que bombardeara al Poder Ejecutivo con la formidable potencia de fuego que el ¿”electarado”? le había otorgado en el Congreso.

Si, como debe pensar una persona de bien, Keiko  es peruana, ama a su patria, anhela y desea fervientemente que el país abandone su paupérrima situación y empiece a avanzar hacia el primer mundo, ¿por qué ha utilizado su “recua” para obstaculizar/frenar el desarrollo del país dedicándose a hacerle la vida imposible  al Ejecutivo?

¡Cuidado! No estoy afirmando que PPK y su equipo no han metido la pata en más de una oportunidad (Moreno,  Chinchero), pero es inaceptable que, en defensa de los propios apetitos e intereses, a quien se despatarró, se le caiga a golpes y patadas cuando está tirado - en lugar de tenderle la mano para que se ponga de pie -, descripción veraz  de la actitud de la “recua” frente al Ejecutivo.

Un  “político” auténtico, al margen del género, es una persona  que - así como los incontables miembros del Santoral católico consagraron su vida a Dios - está  dedicada, en cuerpo y alma, a buscar el bien común, dejando de lado cualquier apetito/interés/beneficio personal. Entonces, si lo afirmado fuera correcto, ¿cómo podría justificarse la forma como Keiko conduce su “recua”?

Si rememoráramos a nuestros héroes como Miguel Grau, Francisco Bolognesi y Alfonso Ugarte, citando algunos, y comparáramos sus actitudes/decisiones, cuando se les presentó la ocasión de poner el pecho por la Patria, con el desempeño de tantos “políticos” de hogaño -  incluidos quienes accedieron  al poder en condición de pobres de solemnidad  y, al dejarlo, mostraban tantas riquezas como Ali baba -; concluiríamos que aquellos dirían lo siguiente:


¡Qué lástima que nuestro sacrificio engendrara tal cantidad de pícaros, ladrones y sinvergüenzas!