PRONÓSTICOS vs REALIDADES

(Piura, 12 julio 2017)

Luis Gulman Checa

Según edición de “El Tiempo” del día de ayer, Héctor Yauri, antiguo funcionario del SENAMHI, ha señalado que existe la posibilidad que el próximo verano se presentes fuertes lluvias porque:

Estadísticamente, después de cada evento El Niño, le siguen DOS AÑOS muy húmedos.

Con todo respeto y con el único afán de coadyuvar a que nuestros líderes no metan la pata, precisaré hechos concretos que contradicen lo afirmado por el especialista en el tema del comportamiento  climático:

Año 1965:

A partir del 05 de marzo de ese verano, que venía recontra seco, se desataron las lluvias produciéndose un “Niño” que, a pesar de ser raquítico comparado con los modernos (m/m 600 milímetros en Chulucanas), devastó el cultivo del algodonero arruinando a muchos agricultores.

Sin embargo, a contrapelo del pronóstico de hogaño, el año de 1966 fue maravilloso para la agricultura y las lluvias fueron normales/mínimas.

Año 1983:

Todos - los mayores - recordaremos la furia  desatada por la naturaleza, al extremo que, los pronósticos de los expertos de la época, fueron en el sentido que un fenómeno similar tendría un retorno de 200 años.

Contraviniendo el pronóstico de Héctor Yauri, tengo vívido el recuerdo de una mañana de agosto de ese año cuando, en el malecón Eguiguren, me encontré con Ramón Mujica, real, auténtico y verdadero experto en el tema, quien me dijo:

“Lucho, el próximo año será normal, ya pasó el fenómeno”.

Así fue efectivamente y el año de 1984 presentó un régimen hídrico absolutamente  normal y, como en 1966, quienes sembraron algodón obtuvieron productividades fantásticas.







Ratificación:

Confirmando que era una regla antigua y conocida que, a  un año de Niño le seguía otro no solo normal sino excelente para la agricultura, recuerdo un día de m/m octubre de 1965 cuando nos encontramos con mi primo Emilio Hilbck en Chulucanas (él administraba Pacchas para el grupo Romero y yo trabajaba en Yapatera) y me dijo:

El próximo año será buenísimo, siembra algodón hasta en los techos.

Tuvo toda la razón, el año se presentó absolutamente normal, sembré y la productividad  fue extraordinaria.

En consecuencia, una vez más hay que invocar, a los medios y los expertos, que actúen cuerdamente y opinando con sustento, es decir, no lanzar afirmaciones al aire como quienes hacen atronar el cielo en vísperas de alguna  festividad.

Comentario final:

Es una lástima que en Piura se reconfirme la sentencia:

El hombre es el única ANIMAL que tropieza dos veces con la misma piedra.

Otra vez, según los medios, se ha programado la siembra  de cuchocientos miles de hectáreas de arroz en segunda campaña.


¡DIOS NOS AMPARE!