SEÑORES “RECONSTRUCTORES”: TENGAN MUCHO CUIDADO
(Piura, 01 julio 2017)
Luis Gulman Checa
Alarmante información aparecida en la edición
de “Correo” del día de ayer, debería ponerle los pelos de punta a don
Pablo de la Flor:
DENUNCIAN MALA CALIDAD DE OBRAS
Colegios inaugurados
se caen a pedazos en la sierra.
Se han detectado enormes grietas, materiales defectuosos
y partidas sin ejecutar en cuatro colegios valorizados en 23 millones de soles en
el distrito El Carmen de la Frontera, en la provincia de Huancabamba.
Las obras fueron financiadas por el ministerio
de Educación pero, craso error, delegando la construcción y supervisión en la
respectiva municipalidad distrital, ergo, don Pablo, un sano consejo:
El éxito de la tarea
que os ha sido encomendada, dependerá de en quiénes y cómo se apoye para
llevarla a cabo.
Habría que ser ciego y sordo para no saber
que las municipalidades, mayoritariamente, no son de fiar, por lo
tanto, si el suscrito estuviera en el pellejo de don Pablo, las dejaría
de lado en la “reconstrucción con cambios”.
Si algún desorientado ciudadano restara
importancia a la citada información por provenir de un remoto paraje serrano
(hay personas creyentes que nuestros hermanos de las alturas son seres
inferiores), le recordaría tener presente lo detectado en una obra de la
capital de la República, cuya municipalidad, increíblemente, volvió a caer en
manos de Luis Castañeda, “Comunicare”, la cual presenta deficiencias similares a las de los
colegios de nuestra serranía, demostrando así que la corrupción ha infectado la
instancia municipal sin distingos de regiones geográficas.
Sin embargo, sería grave omisión pasar por
alto un hecho trascendental inmerso en la aciaga información comentada, pero
que, desgraciadamente, doña Luis Alatrista, la reportera, olvidó revelar:
Cuántos y cuáles
fueron los INGENIEROS, afiliados al
honorable Colegio de Ingenieros del Perú, filial Piura, responsables de
tremenda estafa/robo al Estado y, peor aún, a los piuranos de la sierra.
Reflexiono:
Acaso, así como se
pretende proscribir a las contratistas nacionales asociadas con las brasileñas,
¿no debiera hacerse lo mismo con los ingenieros demostradamente corruptos?