KARLITA: TE QUEDASTE CORTA (II)
(Piura, 04 noviembre 2017)
Luis Gulman Checa
En la primera parte, el enfoque sobre el
restablecimiento de la pena de muerte prescindió de considerar un hecho
real/rector/fundamental que prevalece sobre cualquier valor/consideración en la
vida de la gran mayoría de peruanos:
Nuestro profundo y
acendrado catolicismo, demostrado por las cientos o miles de festividades
religiosas de variado orden que, llueve o truene, se conmemoran en fechas
clásicas a lo largo y ancho del país.
Entonces, si el fundamento del catolicismo es
que nuestro tránsito terrenal no es más que un instante en nuestra
existencia durante el cual definiremos qué futuro nos deparará la eternidad:
Disfrutar de los dones y mieles del Paraíso Terrenal o Arder, permanentemente,
en el infierno:
¿Qué objeto tendría
quitarle la vida a una persona en contra de los designios del Señor, cuando
tenemos la absoluta certeza que Él la castigará eternamente refundiéndola en lo más profundo
del averno?
Confirmando lo expresado, en reciente homilía
pronunciada durante una misa previa a
sepultar un difunto, el sacerdote reiteró lo que hemos oído en innumerables
oportunidades:
“Lejos de apenarnos,
la felicidad debe embargar nuestros espíritus por cuanto nuestro ser querido ya
está al lado del Señor Nuestro Dios donde gozará eternamente de sus dones”.
Digresión:
Esta reiterada aseveración no es aceptable,
por cuanto, ningún ser humano, por sacerdote que sea, puede atribuirse las
prerrogativas del único que decidirá el destino de los difuntos: Dios Nuestro
Señor.
Por las consideraciones expuestas devendría
en terrible contrasentido el restablecimiento de la pena de muerte. No
obstante, en concordancia con las complejidades de la mente humana, muchos
fervientes y creyentes católicos se vienen manifestando a favor de tal medida.
¿Qué hacer?
Aprovechar el inminente
proceso electoral de gobiernos locales y regionales, para que cada ciudadano
responda SÏ o No a la pregunta si está de acuerdo con restablecer la pena de
muerte.
Termino señalando un tema mil veces más
trascendente y cuasi vital para la marcha del país que el puesto en el candelero por Karla:
¡Paolo Guerrero, “El
Depredador”, no estará ante Nueva Zelanda!