VÍA  URGENTÍSIMA

(Piura, 25 noviembre 2017)

Luis Gulman Checa

Los conductores de vehículos sabemos que nos esperan tiempos  duros y difíciles a causa de los inevitables embotellamientos originados por las obras de construcción de, esperemos, auténticas y duraderas, vías públicas.

Ello debe sacar de su modorra/abulia/indiferencia a las autoridades competentes llevándolas a tomar  todas las medidas factibles/razonables para atenuar, hasta donde sea posible, los problemas que afrontará el tránsito.

Al grano:

El explosivo desarrollo agrícola sobre la margen izquierda del río Piura, especialmente en el tramo comprendido desde la caída de Curumuy aguas abajo; ha generado un tránsito vehicular desmedido, incontrolado y, para peor, de vehículos de gran dimensión y tonelaje que, casi podría decirse, no caben en la estrecha vía no prevista para tránsito pesado.

Actualmente, el cuello de botella en la salida del puente Cáceres hacia Castilla, es caótico, pudiendo imaginarnos cómo será la situación cuando, dentro de pocos días se concretarán dos situaciones: 1) La avenida Cáceres será cerrada al tráfico en el lado de Piura, desde la salida del puente hasta el óvalo en la avenida Sánchez Cerro y 2) Culminará la mini carretera hasta el poblado de Miraflores conectándose  precisamente con  en la que bien podríamos calificar intersección del diablo, el ya citado cuello de botella.

No hay que ser adivino para saber que el caos será monumental y los vehículos no podrán avanzar:

Imaginemos 300 a 400 buses transportando trabajadores del campo mañana y tarde, además  m/m 50 a 60 tráileres con mercadería o contenedores, maniobrando en la estrecha jeringa al costado del Centro Comercial.

La recomendación: 

Construir, en el término de la distancia, una vía afirmada que una la actual carretera del medio Piura margen izquierda (podría partir cerca del penal Río Seco) con la carretera panamericana (tramo Piura - KM. 50).


Ello servirá para sacar de Piura y Castilla  la gigantesca flota pormenorizada líneas arriba. Además, si, paralelamente, al fin se concluyera  la Vía de Evitamiento (cuyo demora debe haber sentado un récord Guinness de la incompetencia) habría un enorme alivio al desaparecer tanto de las estrechas vías de Piura como de Castilla, todo el tránsito pesado.