ESPELUZNANTE Y ATERRADORA INFORMACIÓN
(Piura, 03 mayo 2019)
Luis Gulman Checa
La aparecida el día de ayer en “El Tiempo”
dando cuenta que la Municipalidad Provincial de Piura, el ente incapaz de
cumplir las simples tareas que le son propias, como, por ejemplo, imponer el
reinado del orden y limpieza en la ciudad; asumirá la ejecución de obras de
alta complejidad careciendo, absolutamente, de los medios de toda clase para
llevarlas a cabo:
MPP recibirá proyecto
de defensas paralizado y con reajustes en espera.
Alcalde de Piura hizo anuncio sobre el cambio de unidad
ejecutora de la importante obra de las defensas ribereñas.
Los expertos advierten riesgos de demora y de demandas de
parte de las empresas contratistas que ganaron licitaciones.
¡Señor Dios!:
¿Por qué nos has
abandonado poniendo nuestro destino en manos tan perversas y/o ignaras y/o
corruptas que sería preferible fueran
chilenos los encargados de conducirnos?
Vayamos recordando el origen de las citadas
defensas. Las mismas se construyeron en el curso de la ejecución de la II Etapa
del PECHP, “Desarrollo del Medio y Bajo Piura”,
siendo el ente ejecutor el citado Proyecto y el contratista
Energoprojekt. Entonces, para cualquiera que posea una ínfima capacidad de
razonamiento, estando el citado proyecto vivito y coleando, ¿acaso no era,
desde el primer momento, el ente que debió ser el encargado?
Continuando con los recordatorios con el fin
de educar para evitar la perpetración de
iguales tropelías en el futuro, el citado Sistema de Defensas del Bajo Piura,
además de las mismas construidas con materiales idóneos trasladados de
distantes canteras a costos considerables, contaba con los llamados Gaviones,
estructuras conformadas por piedras de gran dimensión contenidas en cestas de
malla de acero tendidas oblicuamente a las defensas para desviar la corriente
al centro del cauce.
Resulta que, desde muchos años atrás, estas
valiosas estructuras, propiedad del Estado, empezaron a desaparecer por obra de
rateros y depredadores ante el gran valor de los materiales que los
conformaban, a vista y paciencia de los moradores de la
zona sin que movieran un dedo para evitarlo.
Tal no fue el único atentado contra el citado
Sistema, por cuanto, los propios pobladores, entre los que sin duda están
muchos o todos los que actualmente se flagelan como afectados por el Niño
Costero, destruyeron las propias defensas llevándose el material que las
conformaba para construir sus viviendas disminuyendo su altura y, ¿justicia
divina?, abrirle la puerta al río para
ingresar, raudo y turbulento, a inundarlos.